jueves, 23 de mayo de 2019

COALICIÓN CÍVICA; LA REBELIÓN DE LOS 4 DE COPAS


MALESTAR INTERNO EN LA COALICIÓN CÍVICA

Los tiempos en que Elisa Carrió encarnaba una esperanza para la República van quedando en el olvido. Aquel espíritu rebelde, que contagiaba afán de lucha y despertando conciencias engrosó las filas de la Coalición Cívica, se ha ido apagando. 

Elisa Carrió ante los restos de Justo José de Urquiza.

No supo, o no quiso, Lilita ponerles límites a los "Pinitos", la cría de Pino Solanas que quedó aferrada a sus polleras tras el público divorcio. Y el desencanto de los "Lilitos", los republicanos libres de progresismo que nunca reconocieron al cineasta chavista como padre, está llegando al punto en el que otro desaire puede significar la ruptura del hogar por violencia doméstica. 

A pesar del eco de alguna que otra declaración altisonante, rodeada por una dirigencia partidaria de aplaudidores progres que izan trapos multicolores y dedican casi todo su tiempo a promover la ideología de género, Elisa Carrió ha dejado de ser la impredecible censora moral de CAMBIEMOS perfilándose como otra defensora más de la hegemonía del PRO. Yendo por ese mismo camino de sumisión en el que se internó Patricia Bullrich hasta fusionar y borrar Unión Por la Libertad bajo una mancha amarilla.  

Es que para Carrió la visión apocalíptica de la polarización entre Mauricio Macri y Cristina Fernández es un escenario inevitable, algo en lo que no están muy de acuerdo los Lilitos quienes, humor mediante aunque sin reírse, especulan en ese alineamiento con que todavía, a pesar de los pesares, mamá Elisa sigue enamorada de papá Pino; por lo que al verlo abrazar a Cristina, no puede más que explotar de celos y abrazar a Mauricio. 

Tal desencanto experimentan los Lilitos, que empiezan a renegar de esa etiqueta y prefieren llamarse a sí mismos los "Cívicos", conversando entre ellos no ya sobre la posibilidad de ruptura, sino sobre el mejor momento para ejecutarla. Sería un hecho, incluso antes de las elecciones, si encontraran esa institucionalidad que anhelan en cualquier otro espacio republicano. Pero las opciones siguen siendo pocas y endebles. 

Esencia Pino silvestre...

Mientras tanto el partido sigue dominado por progres que, lejos de pretender que la Coalición Cívica sirva a la República, descaradamente intentan subvertir la misma dando satisfacción a minorías hiperactivas -que en algunos casos ellos mismos integran-, reduciendo el partido a una suerte de colocaciones en empleos políticos, de esos que el PRO está dispuesto a conceder a cambio de inflar globos amarillos desde la corrección política y la obediencia debida.

Ideología de gènero y un país sin servicios de Inteligencia...
¿a quién le sirve un país desnacionalizado?

El malestar estalló, otra vez, en los grupos de Whatsapp del partido, que a falta de vida institucional y auténtica democracia interna, canaliza el descontento de los afiliados. 

La velocidad de las comunicaciones trasciende lo que se dice en privado, y así hasta señoras amigas de Carrió, muy cercanas en otras circunstancias, se han sentido molestas por conocer que para esa dirigencia progre, los disidentes son "cuatro de copas". 

Entonces la indignación se transformó en razones, y alguien definió el significado de ser un 4 de copas en la Coalición Cívica. La avalancha de reenvíos todavía no se detiene, tanto que seguramente no serán sorpresa para muchos lectores los señalamientos allí expresados y que, por ser una reivindicación de la militancia cívica, transcribo a continuación: 

SER 4 DE COPAS es:

• no ser escuchado a pesar de su trabajo por el partido.
• quien mantiene los principios, a pesar de ser políticamente incorrecto.
• a quien le satisface los pequeños logros de su microluchas cotidianas.
• quien asume los costos de denunciar actos de corrupción sean estos propios o ajenos.
• aquel en el que prima lo humanista por sobre lo partidocrático
• quien no usa a los pobres, sosteniendo gran parte de las veces el espacio territorial donde milita, aportando generalmente de su bolsillo, cuando la realidad y el escaso apoyo municipal no posibilitan a corto plazo palear el hambre y la desnutrición; a pesar de que su fin último es la emancipación de los pobladores de barrios periféricos con quienes colaboramos en la conformación de diferentes emprendimientos productivos.
• quien ve desde la vidriera como otros deciden por él en su distrito, molestándole dicho accionar.
• quien comparte los principios del espacio y se moviliza ante su menor corrimiento.
• quien considera que sin espacios de poder es imposible el cambio cultural.

Y por sobre es quien con su lomo, sostiene el humanismo a pesar de que esto implique compartir menos tiempo en familia, con amigos o en reuniones protocolares; Y ES QUIEN HOY SE PREGUNTA SI SIRVE ESTE MARCO DE CONSTRUCCIÓN U OTRA FORMA DE HACER POLÍTICA.

El día en que:

• imponga mi pensamiento
• decida por otros 
• use la violencia como medio de expresión 
• haga de la política un medio de vida 

Ese será el momento de dejar este espacio e ingresar al peronismo sea por la ventana, por algún dedo benefactor, o por ser políticamente correcto aunque esto sea de “mentiritas”.

Tan poca vida institucional tiene la política argentina que todas las definiciones electorales dependen pura y exclusivamente de decisiones personales. No hay partidos políticos donde los afiliados tengan voz, mucho menos el poder del voto en elecciones internas, para decidir el rumbo del propio partido. Y en ese contexto se da esta situación dentro de la Coalición Cívica.

Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha.
Estado Libre Asociado de Vicente López



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