miércoles, 24 de mayo de 2017

ELLOS Y NOSOTROS. Agradezcamos a los zurdos por venir y mostrarse como son.


Hoy a las 11:00 hs concurrí al acto por la libertad de Emilio Nani y todos los presos políticos, convocado frente al Ministerio de Justicia. El acto era muy simple y consistía en la lectura y entrega de un petitorio al Ministro de Justicia. Nada nuevo bajo el sol y menos en un día nublado.


No tenía mayor expectativa que esa sencilla y simbólica ceremonia; pero observar la presencia de izquierdistas enrolados en ATE y que decían trabajar (lo cual no me consta) en el Ministerio de Justicia, le otorgó al evento una imprevista relevancia. Esa presencia merece algunas consideraciones: 

Hay que agradecerles a los zurdos que estuvieran ahí, porque contribuyeron a darle volumen a nuestra manifestación, cosa que en tiempos de comunicación mediática viene bien para las fotos. Nosotros somos pocos y todos tenemos ocupaciones, ellos tienen tiempo que gastar en provocaciones. 

También hay que agradecer que hicieran ruido, porque eso atrajo la atención de muchas personas que transitando la zona salieron de su indiferencia habitual para interiorizarse de la problemática. Ellos hacen bardo por gimnasia, nosotros intentamos no molestar.

Los izquierdistas de ATE estaban ahí por ser afirmacionistas de la mentira a los que el relato se les cae a pedazos, demostrándonos que este tipo de actos, mínimos, simples, que los convocantes y asistentes veíamos como poco relevantes, los asustan y mucho. Es evidente que algunas cosas han cambiado y se dan cuenta que su mentira agoniza. También hay que darles las gracias por eso, ahora lo tenemos confirmado. Porque ellos mienten, nosotros no.

También hay que agradecer que intentaran impedirnos el libre ejercicio del derecho constitucional de peticionar ante las autoridades. Porque esa sola intención, demuestra el fondo del asunto: nosotros bregamos por la supremacía de la Constitución Nacional, norma y estilo de vida que ellos detestan. Ellos son la dictadura, nosotros la República.

Especialmente hay que agradecerles los huevazos, escupidas, insultos, gritos, las amenazas en la mímica del degüello que Guillermo Moreno le dedicó a Martín Lousteau, en fin todo ese repertorio histérico de violencia sobreactuada exhibida a falta de argumentos. Ellos son violentos, nosotros no.

En un momento, al fragor del intercambio de opiniones filosóficas que se genera con la guardia de infantería de por medio, me di cuenta que no tenía sentido intentar diálogo al reclamarles lo propio de un debate. Yo argumentaba, ellos insultaban. El ida y vuelta me obligaba a elevar cada vez más la voz, a gritar. Ante el riesgo de parecerme a ellos, comprendí que iba a quedar afónico por nada y me detuve a observarlos. Eran un conjunto de personajes que, como los imaginados por el genial George Orwell en "1984", se tomaban sus dos minutos de odio. Me dieron pena. Ellos no pueden debatir, nosotros sí.


Aunque el acto seguía, tuve que partir. Antes cantamos el Himno Nacional Argentino que, con los versos del Bardo de la Libertad Don Vicente López y Planes, define el sentimiento de la argentinidad. Ese sentimiento de Patria y Libertad que los izquierdistas, en su constante apología de la dictadura castrista demuestran aborrecer. Ellos, igual que Myriam Bregman, no cantan el Himno, porque la palabra Libertad les agria la boca, no tienen amor de Patria sino rencor de clase. Para peor un rencor ficticio, hipócrita como todos ellos. 

Nosotros sí cantamos el Himno, a viva voz, como Larrabure en su cautiverio, y sentimos la dulzura de saber que la Patria es más digna de respeto que la madre, el padre y los antepasados todos, que por ella estamos dispuestos a ser heridos o muertos si debemos ir a la guerra y a sobrellevar cadenas si es el precio de defenderla. Nosotros somos patriotas, ellos no.

Me alejaba luego de allí caminando con suma tranquilidad, feliz de haber cumplido el deber cívico de peticionar por el Tcnl. VGM Emilio Nani y todos los presos políticos que impidieron que Montoneros y ERP arriaran la bandera argentina. Pensé como sería el país si Santucho mataba el millón de argentinos que iba a costar su paraíso socialista. Entendí entonces, que: ¡SÍ SE PUEDE!, que aunque muchos no se den cuenta los zurdos perdieron. Otra vez y como siempre.




Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López

3 comentarios:

  1. Claramente se los ve muy dialoguista, a puro grito y cara de odio.

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  2. Comparto 100 %, QUE BUENA PLUMA, ESTE PAÍS NO ES PARA ZURDOS.

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