domingo, 4 de diciembre de 2016

"SULLY", UNA PELÍCULA SOBRE INSTITUCIONES





Clint Eastwood es a sus 86 años una leyenda de Hollywood que sabe expresarse con absoluta claridad. Lo han llamado "el último derechista de Hollywood", aunque de seguro no será el último pese a que ya quisieran los progres que lo sea. Durante la última campaña presidencial, cuando la mayoría de los actores estadounidenses se proclamaban demócratas ofendidos por las propuestas de Donald Trump, dijo Eastwood:

"En privado, todos nos estamos cansando de la corrección política, de los lameculos. Estamos ante una generación de nenazas. Todos andan con pies de plomo. Vemos a gente acusando a otros de ser racistas y todo tipo de cosas".

Lo curioso, es que si por "corrección política" se entendiera realmente lo correcto, en lugar del libreto armado en todo el mundo con el diccionario de la izquierda, Clint Eastwood sería un prototipo de la corrección política. Tiene las ideas, los valores y los sentimientos correctos, lo cual demuestra sobradamente su última película "Sully: Hazaña en el Hudson”.



El filme, protagonizado por Tom Hanks, recrea la emergencia del vuelo 1549 de US Airways y las circunstancias que decidieron al piloto, Chesley "Sully" Sullenberger, a descender la nave acuatizando sobre el río Hudson el 15 de Enero del 2009. Ahora bien, no es una película de acción, tampoco una de cine catástrofe con la particularidad de un final de ilesos. Es otra cosa.

Se trata de una película sobre la importancia de lo institucional. Cuando sentado en la butaca del Hoyts veía la secuencia de la narración, lo que me impresionaba era el funcionamiento institucional de todos los involucrados. La película muestra que las instituciones funcionan. Que aquello previsto se desenvuelve, con toda lógica, en función de lo previsto; pero que, ante lo imprevisto, como cada uno sabe que es lo que le compete hacer, también funciona. El factor humano, finalmente, se potencia positivamente cuando dentro de un buen esquema institucional se le reserva margen de decisión para obrar en pos de resolver, proactiva y agresivamente, los problemas novedosos sobre los que no se puede capitalizar ninguna experiencia previa.

Luego, a la hora del café, viene la comparación inevitable, porque uno quisiera percibir ese funcionamiento institucional en la Argentina. Ser, alguna vez, una sociedad que vaya por los temas y los resuelva sin querer soluciones mágicas.

Pero esa es una charla larga, reservada para los lectores que acepten esta recomendación de ir al cine. 

Muy bien actuada e impecablemente dirigida, "Sully" es sencillamente una gran película.


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha.
Estado Libre Asociado de Vicente López

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