sábado, 16 de enero de 2016

"CAMPANÓPOLIS", PAUSA DE ENSUEÑO.



Antaño, en los tiempos de la conquista, entre mito y realidad circulaban por la América rumores de ciudades fantásticas. Los caballeros españoles, deseosos de fortuna y gloria, se adentraban al febril paso de la codicia alucinada en territorios interminables de padecimientos y locura. Contados fueron los que pusieron mano en el oro prometido y vivieron para disfrutarlo, los más perecieron en el intento, deshilachando sus harapos hasta la desnudez cuando ya esqueléticos habían dejado caer tanto la cruz como la espada. Si fueron crueles, al menos morían en su ley.


Al comienzo del último estío me llegó el eco milenario de aquellos rumores, refería la existencia de una aldea de ensueños signada por un aire medieval y el ambiente atemporal. Curiosamente las voces que trasmitían aquel relato no prometían oro; acaso, hermosa palabra la palabra "acaso", porque el precioso metal se ha mentido tanto que, a fuerza de desencanto, no seduce tanto como un momento de paz. "Una paz serena como la que trasmite soñar algunos sueños, donde el único sonido es el trinar de los pájaros en vuelo, que sólo trinan para hacer notar el silencio"; me dijo todavía en trance quien presumía por haber visitado tan extraordinario lugar.


Finalmente, la curiosidad que mató al gato quebró mi proverbial escepticismo, por lo que me aventuré fuera de los sagrados lindes del Estado Libre Asociado de Vicente López hacia esa paz prometida.


Ir por la Ruta 3, atravesando La Matanza hacia González Catán, dejaba en un limbo de duda la existencia de aquella aldea, pero la leyenda era verdadera. La voz del GPS, segura reencarnación gallega de la más certera sacerdotisa de los oráculos griegos, advirtió con sensualidad ibérica que aquel portal aparecido de la nada significaba estar "llegando a su destino, por la derecha". 


Levantada en lo que fue un basural a cielo abierto, Campanópolis es un manto verde sobre el que Antonio Campana, un hombre de fortuna ganada con trabajo, decidió dejar volar su imaginación sin otro interés que satisfacer sus caprichos creativos.


La aldea, construida con elementos provenientes de demoliciones, remates, etc, es un organizado depósito de cosas descartadas montado en unas cuarenta construcciones levantadas al efecto y en torno a las dos únicas casas que alguna vez estuvieron habitadas. La más antigua de 1850, levantada por un puestero de Juan Manuel de Rosas, la otra de estilo neocolonial construida para ser casa de campo del propio Antonio Campana. El abandono de esas casas y el carácter meramente estético del resto contribuye a resaltar la belleza de los objetos acumulados, que en esa mezcla de decorado cinematográfico, cementerio de criptas vacantes y ciudad desierta por alguna misteriosa epidemia, resalta la belleza de los detalles.


En las alturas es fácil percibir la fantasía del fundador. Vaya uno a saber qué tanto de los cuentos infantiles convirtieron a Campana en una suerte de Don Fulgencio, pero es fácil imaginar la influencia de Hans Christian Andersen, Walt Disney o Domingo Mercante, creador este último de la "República de los niños".


En cualquier caso el resultado es único y así, cuando el silencio se deja susurrar por los pasos del caminante, el bosque que filtra los rayos del sol no resulta del todo desconocido para quien se interna por primera vez en sus secretos. De algún modo ya estuvimos ahí, lo soñamos, nos lo contaron, lo supimos nuestro aún antes de hollarlo.


A mi gusto, los mejores lugares de Campanópolis son "El pasaje del Búho" y la plaza de las damas croatas, por supuesto; sin embargo la evidencia de la magia está en creer que besando a un sapo cada princesa pueda encontrar el príncipe a su medida.


Y hasta ahí llega la magia porque, señora, es lo que hay... Al fin de cuentos los cuentos cuentos son: un ogro, un príncipe, lo mismo da.



Campanópolis:
Bariloche 7200, González Catán
Provincia de Buenos Aires.

Funciona durante la semana como parque fotográfico y salón de fiestas.
Abierto al público en general los sábados de 09:00 hs a 13:00 hs.
Cupo limitado de personas debiendo adquirirse las entradas por internet:
http://www.campanopolis.com.ar


Visita guiada de una hora y media aproximadamente con el objetivo de explicar la historia, la construcción, el cuidado de la ecología y el medio ambiente de la aldea a lo largo de casi 40 años. Incluye visitas al interior de sus construcciones y museos.

Costo por persona $120
Menores de 12 años $60
Menores de 2 años gratis
Discapacitados con certificado adultos $90 Acompañantes $120
Discapacitados con certificado menores de 12 años $ 45 Acompañantes $120
Por cada adulto se permitirá ingresar hasta 3 menores de 12 años.

No se lo pierda. La Pluma de la Derecha recomienda la visita con el mayor entusiasmo. 


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
www.plumaderecha.blogspot.com
Estado Libre Asociado de Vicente López.


domingo, 3 de enero de 2016

BARRILETES A TODA COSTA


Hoy me sentí muy feliz de haber escrito "Amado sea", una letra que integra el libro "Vicente López en Poemas", editado por la Municipalidad de Vicente López y la Feria Artesanal y Plástica de Olivos como aporte al Bicentenario de la Revolución de Mayo. 


El Paseo de la Costa, en el Estado Libre Asociado de Vicente López, es uno de esos lugares públicos, que siendo de todos y de cada uno, lo siento particularmente mío. A la vista, siempre agradable, del río de sueñera y barro suelo caminar ejercitando la filosofía barata de las zapatillas de goma. A veces silbo el Himno Nacional al ritmo suave de Charly García, reconociendo con una reverencia el carácter sagrado del Río de la Plata por ser origen de la Patria; otras veces simplemente me olvido de todo, hasta de mí, porque hay saberes que el viento guarda y no hace falta recordar. 


Allí los cielos del domingo se dejan acariciar por las cometas de la Asociación Civil BATOCO (Barriletes a Toda Costa), entidad sin fines de lucro sostenida exclusivamente por sus asociados, cuya misión es relacionarse con otros grupos de barrileteros del país y del mundo. Tienen por objetivo construir y volar barriletes, impulsar su investigación y diseño fomentando la actividad deportiva, cultural y educativa con tolerancia, entendimiento y respeto. 



Basta tenderse en el pasto contemplando la subida de los barriletes para conectar con lo mejor de uno. Cargo medio siglo y, a pesar de los años, cuando veo un barrilete siento en mis ojos destellar la inocencia, como la alegre vez que vi a mi padre correr para alzar la elemental cometa de caña y papel barrilete que hicimos junto a mi madre. Son cosas mías, claro, no sé si quienes lean sentirán algo similar, pero los invito a averiguarlo yendo cualquier domingo de 10:00 a 13:00 hs al Paseo de la Costa y disfrutar junto al Monumento del Milenio la pasión de quienes hacen BATOCO.


En el primer domingo del 2016 Barriletes a Toda Costa adornó el cielo de Vicente López con una ballena blanca y un brioso corcel, de galope celestial, entre otros barriletes. Creo que logran promover la tolerancia, el entendimiento y el respeto porque todo eso surge evidente, sin necesidad alguna de explicación, cuando la imaginación gana altura para regalar un mimo al alma de todos los paseantes. Gracias por eso.


AMADO SEA

Basta con ver al sol amanecer en pleno río,
sentir los brillos del rocío y llenarse de aire limpio
bajo el cielo del paseo que acarician las cometas,
para entender, que amado sea el nombre del poeta.

Hay que saber que a más de vías, calles, avenidas,
aquí se guarda la huella de orgullo argento y Patria nueva,
marcha de guerra por el camino al fondo de la legua,
gritando ¡Muerte al invasor!, desde el barro de las botas,
para entender, que amado sea el nombre del patriota.

Conocer que el paraje se hizo huerta, quintas, comarca,
y en el querer de su gente, historia viva de familias,
identidad del esfuerzo cotidiano sin envidias
para entender, que amado sea el nombre del patriarca.

No importa dónde, cuando mis huesos se desmoronen,
sabrá el viento que el lugar de mis cenizas es aquí,
la ciudad en que nací, la que elegí para vivir,
porque al decir su bien amado nombre: Vicente López,
lo pronuncian nuestros labios como un beso feliz.


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López
  








sábado, 2 de enero de 2016

LO IMPOSIBLE (impossible is nothing)



Pienso en ese salto del hombre sobre la luna, 
y sé que la pasión no busca hacer fortuna:
"un pequeño paso", dijo Neil.


Pienso en ese andar de equilibrista por un cable,
y la fuerza de voluntad es formidable:
"tengo que cruzar", dijo Philippe.


Pienso en los pilotos de Malvinas yendo al ras,
y el vuelo es dar el corazón por los demás:
"sueño con volar", nos dice El As.


Entonces me pregunto ¿qué cosa es lo imposible?
si aquello fue logrado a pesar de ser negado; 
y sé que imposible son los sueños no soñados.


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López