jueves, 30 de abril de 2015

FELIPE PIGNA, CAGATINTAS DEL RÉGIMEN.


Felipe Pigna

El kirchnerista Felipe Pigna,  pretendiendo aclarar la interpretación de sus dichos sobre la Guerra del Paraguay, dice: "Hablé claramente de que era imposible que Formosa pasara a manos Paraguayas tras 150 años y que podían buscarse otro tipo de reparaciones si eso es lo que quería el Paraguay".

¿¡¿Qué reparaciones?!? Argentina no inició la guerra que, a lo largo de un lustro (1865-1870), se llevó la vida de millares de jóvenes argentinos, integrantes de la que posiblemente fue la mejor camada generacional de toda nuestra historia. 

Ante la invasión, se respondió como el honor nacional exigía que se hiciera y la responsabilidad por la masacre del pueblo paraguayo no puede ser atribuida a otro que no sea Francisco Solano López; quien aferrado al poder extendió el sacrificio del heroico pueblo a su mando hasta los límites del exterminio. 

Es increíble la liviandad con que en la Argentina cualquier cagatintas se ofrece voluntariosamente a lavar la sangre derramada por la Patria. Para la corriente de pensamiento del régimen, del que Pigna es un claro exponente, Argentina debe avergonzarse de la Conquista del Desierto, de la Guerra del Paraguay y de la Lucha Antisubversiva. El revisionismo histórico kirchnerista, comunistas concientes o idiotas útiles de la intelligentzia gramsciana del mismo modo que los montoneros lo fueron al servicio de la dictadura castrista, tiene por prioridad de política cultural eliminar el orgullo nacional por los logros militares. Por eso hacen villanos de los victoriosos y víctimas de los derrotados, sin medias tintas, sin comprender el contexto histórico, sin capacidad crítica para entender los grises y hasta negando la existencia de la guerra cuando los derrotados fueron ellos mismos. 


La política cultural es clara en ese nefasto sentido, lo demuestra la perversa instalación del Museo Malvinas en el predio de la ESMA, con la intención de negar la integridad de los combatientes para reducirlos a la condición de víctimas de la dictadura (de la vieja dictadura, cabe aclarar).

Felipe Pigna no es realmente un historiador, es apenas otro deformador de la historia con pretensiones de vengador tardío. Su reportaje al jefe de la organización terrorista Montoneros, Mario Firmenich, evidencia la flojera de coraje intelectual que sustenta la desmemoria. Se sabe que los vengadores tardíos son los cobardes presentes. 

A la memoria de todos quienes combatieron por la grandeza de la Nación Argentina, vale cantar con gratitud los versos de la Marcha de Curupaytí:


Saludemos la enseña sacrosanta 
que en cien combates, flameó triunfal 
cobijando a los héroes inmortales 
de Tuyutí, Bellaco y Humaitá. 

Saludemos la enseña inmaculada 
que heroica tremoló en Curupaytí 
cuyos campos bañaron con su sangre 
Rivas, Díaz, Charlone y otros mil. 

Saludemos la enseña victoriosa 
que en Corrientes, Yatay y Boquerón, 
nuevos lauros de gloria inmarcesible 
para el pueblo de Mayo conquistó 

Gloria eterna Bandera Azul y Blanca 
gloria eterna a los héroes que por ti 
inmolaron sus vidas en los campos 
de Tuyuti, Humaitá y Curupaytí. 

Y....Curupaytí

Y...Curupaiytí!!!

Música: Cayetano Silva
Letra: Carlos Javier Benielli

¡Honor a los combatientes y Gloria a los caídos!


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López.

miércoles, 29 de abril de 2015

ACTO PÚBLICO POR EL ARA GENERAL BELGRANO


Por el 33° aniversario del hundimiento del Crucero ARA General Belgrano:


SÁBADO 2 DE MAYO – 11 HS. 
Av. Las Heras y Av. Pueyrredón, CABA.


ACTO DE HOMENAJE A LOS VETERANOS Y A LOS 323 HOMBRES QUE CUSTODIAN LA SOBERANÍA NACIONAL.

Hablan:
Contraalmirante (R) (VGM) Juan Carlos Neves
Ariel Corbat 
Tcnel (R) (VGM) Emilio Nanni

Organiza: República Soberana.
Adhiere e invita La Pluma de la Derecha.



lunes, 27 de abril de 2015

"QUIERO A MI PAÍS", con Ignacio Pérez Platas en Cablevisión 423.


Agradezco a Nacho Perez Platas el haberme invitado a su programa "Quiero a mi país", que va por Cablevsion 423 los martes a las 18:00 hs, repitiendo sábado a las 20:00 hs y domingo 22:00 hs.

Nacho Pérez Platas y Ariel Corbat

Grabamos el programa que se verá el 28ABR15 junto con las diputadas de la Legislatura Porteña Cecilia de la Torre (PRO) y Cristina García (Confianza Pública Democrática) y el economista de la Fundación Libertad y Progreso Iván Cachanosky.

Cecilia De la Torre, Iván Cachanosky, Nacho Pérez Platas,
Cristina García y Ariel Corbat.

El clima en el estudio fue sumamente ameno. Cordial el anfitrión y el resto de los invitados, agradables todos ellos, con quienes seguimos conversando un buen rato luego de apagadas las cámaras. Muy buena onda. 

Son pocas las oportunidades de acceso a los medios y suelo quejarme porque son menos aún para quienes somos de Derecha. Vale, entonces, reiterar el agradecimento a Nacho, pues pude expresar mi opinión respecto a la necesidad de vivir conforme a Derecho, bajo la supremacía de la Constitución Nacional, para revertir la condición de país culturalmente degradado e institucionalmente dañado.


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López.


miércoles, 22 de abril de 2015

EL PIBE DE LA FOTO Y EL SONIDO DE KISS


La primera vez que vi esa foto de Malvinas sonreí. Icónica, pensé. Por alguna razón imaginé que captaba un instante de felicidad contagiosa, a mitad de camino entre la jovialidad estudiantil de fin de curso y la irrealidad de ciertos sueños que se sueñan despierto. Parecía un cuadro de historieta accidentalmente pasado a la vida. La pose del pibe, llevando con la diestra el fusil a la espalda, como así también los detalles, la cinta con municiones, los binoculares, las granadas, la cantimplora, el borcego en escalón sobre la piedra, el pucho sostenido por los labios insinuando una sonrisa, la barba proclamando estar en campaña, la sombra del casco ocultando los ojos, el pañuelo camuflado y hasta el reloj asomando bajo el puño de la campera, le daban trazos de Hugo Pratt; como dibujado para alguna aventura de Ernie Pike en la Segunda Guerra Mundial. 




El pibe de la foto irradia confianza; incluso se puede adivinar cierta altanería digna de un Lavalle. Cabía preguntarse si en el desarrollo de la guerra tuvo oportunidad de demostrar su valía o solamente posó para la foto. Lavalle tuvo con qué, ¿tuvo eso mismo el pibe de la foto? No supe despejar esa incógnita hasta tiempo después. 




Resultó ser que el pibe de la foto era el Subteniente Marcelo Llambías Pravaz, egresado en comisión del Colegio Militar de la Nación el 7 de Abril de 1982, destinado al Regimiento de Infanterìa 4 con asiento en Monte Caseros y enviado a Malvinas. Su desempeño en batalla fue notoriamente agresivo y lo hizo merecedor de la Medalla "La Nación Argentina al valor en combate". Combatió en distintos puntos cercanos a Puerto Argentino, primero desde las posiciones del Ejército y luego, hasta después de la rendición, junto a hombres del Batallón de Infantería de Marina 5 al mando del Guardiamarina Carlos Ricardo Bianchi. Lavalle lo miraría como a un par.




Las armas que tuvo a su mano las usó todas contra el enemigo, disparó sobre la infantería inglesa, les arrojó granadas y ametralló helicópteros; los ingleses también le tiraron duro. Pero aún así -o acaso por eso mismo- estalló de bronca antes de dar por cierta la noticia de la rendición. En el libro "Malvinas en primera línea", de Lautaro Jiménez Corbalán, recuerda Llambías Pravaz sobre esos momentos: "A esa altura de los acontecimientos, yo no quería saber nada con nadie, estaba dolido, desilusionado, sólo queríamos ir con Bianchi a bajar un helicóptero".

Nunca voy a entender completamente como es que volví a pensar en esa foto y el libro de Jiménez Corbalán en mitad de un recital de Kiss. Mi mente suele hacer esas cosas de mente. Tal vez alguna asociación con Feeed!, la banda de rock malvinero que a veces es Llambías + 5. En cualquier caso, ahí mismo comenzó a rondarme una letra. Hoy en el tren ordené mis garabatos mentales:


LA MEJOR JUVENTUD

Va en vuelo rasante
un amor gigante
acariciando el mar
con delicado guante,
yendo a bancar el aguante
donde los que aguantan
son nuestros infantes,
los del cuatro, del cinco,
del seis, del veinticinco
borcego, turba y acampe.

Recuerdo, recuerdo
la plaza del pueblo
aquel beso en Enero
y tu cuerpo en Febrero;
en Abril juré volver:
Si te amo mujer
no puedo cuidarme,
tu amor no es de un cobarde
te quiero merecer,
por eso me arde la sangre,
 por eso peleo,
por eso me juego,
porque pienso en tus besos
y soy fuego en el fuego.
Te amaré como te amé.
La espera nos diezma.
El ansia nos quema.
Patria, para tu gloria
la mejor juventud
da combate a tu salud
  
¡Come on, british come on!
Lautaro grita llamando a pelear
Llambías tira, tira, carga y vuelve a tirar.
¡Come on, british come on!
Vos por tu reina que yo por mi Nación
la sangre es nuestro pacto de coraje y honor
¡Come on, british come on!
Este dolor ya no hay quien lo pueda cortar.
Muerte y verdad, una hora más, una bala más
¡Come on, british come on!
hay furor de pogo en este rock and roll
y el tiempo dirá que nunca, nunca terminó...



Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
www.plumadercha.blogspot.com
Estado Libre Asociado de Vicente López


domingo, 19 de abril de 2015

KISS el largo beso del adiós




Hubo un tiempo lejano en que el rock parecía ser cosa de jóvenes. No es este. El jueves 16 de Abril presencié en el Estadio de Vélez Sarfield el show celebración de los 40 años de KISS.

Gene Simmons como "El demonio", y Paul Stanley como "El chico estrella" (lo de "chico" ya es un chiste) son lo que queda del Kiss original. El cuarteto se completa  con el guitarrista Tommy Thayer, que tomó el lugar de Ace Frehley como "El hombre del espacio" y Eric Singer en batería interpretando a "El hombre gato" que supo ser Peter Criss. Toda gente mayor que tiene entre 55 y 65 años, por lo que uno se pregunta ¿qué pasó con aquella consigna de "vive rápido y muere joven"?



La perdurabilidad de los gerontes, llámese Rolling Stones, Kiss o Megadeth, por citar algunos de los que piden permiso en el geriátrico para salir a tocar, tiene una explicación posible en el agotamiento del talento, porque acaso las bandas nuevas no logran ser más que un fallido eco de las bandas viejas. El rock está muerto y sólo quedan sus fantasmas, podría especularse después de escucharse -entre acoples varios- el sonido sin ninguna originalidad de "Blazer", la banda que hizo las veces de soporte y logró ser soportada. 



No llegó a estar colmado el José Amalfitani, había lugar en el campo y en las gradas. El público, a esta altura de la vida, resultó completamente familiar. Abuelos, padres e hijos, desde ancianos reblandecidos hasta niños con la cara pintada para los cuales, con evidente razón y llevando en los ojos la ilusión del circo, lo mismo les daba ver a Kiss que a Piñón Fijo. 



Media hora después de lo anunciado arrancó el show, casi un partido homenaje. Están viejos, pero bien conservados cabe admitir. Además, el fervor del público los pone más allá del ridículo. La multitud rugía ante cada gesto del ritual, incluyendo el saludo demagógico que Paul Stanley no se cansó de repetir con su voz aflautada, "Buenous Aires, Aryentina". Así, cuando mencionó a "Santiagou de Shile" una atronadora silbatina le hizo recapitular risueño: "Ok. Entiendou.. no like Santiagou de Shile: ¡you are the number one!". Todos dicen lo mismo cuando van a Springfield.



Con muchos coros acompañando fervorosamente desde campo y plateas cada canción el recital fue una fiesta. Eso sí, me pareció que cuando tocaron Lick It Up  algunos cantaban "¡Sí Miguel!", como en la propaganda de Anaflex. Con el correr de los minutos la noche se puso fresca y para el bis del final Paul Stanley, de brazos musculosos pero edad en que una bronquitis puede hacerse neumonía parece haber tenido frío, entonces alguien del club le dio una camiseta de Vélez para abrigarse. Se la puso sobre el velludo torso y así iba saliendo al escenario, pero lejos de calentarlo esa prenda le trasmitió al pecho un frío tan gélido que aterrado se la arrancó dejándola caer. 

Los viejos hits, la potencia sonora, el circo de fuegos artificiales, los arneses para elevar a Gene Simmons en su acto de lengua ensangrentada o pasear a Paul Stanley hasta el centro del campo, la escupida de fuego, las luces y 40 años de escenario hicieron de la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser una noche agradable. Kiss, al fin de cuentas, sigue siendo Kiss, no se han degradado al extremo de volverse "Los Cau", aquella banda de "chamamé tropical" que los imitaba en el maquillaje y que mereció la siguiente crítica por uno de sus discos: "Es increíble que un disco tan redondo lleve una música tan cuadrada".



En lo personal, aunque me gustan algunas canciones de Kiss, lo mejor de la banda es el histrionismo de Gene Simmons, al que destaco como actor por su papel en la película "Buscado vivo o muerto" interpretando al muy malvado Malak Al Rahim, el terrorista perseguido por Rutger Hauer y que al final recibe su merecido.

Kiss cumplió 40, y el largo beso del adiós, de no romperse ninguna cadera, va a llegar, al menos, hasta los 50.


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López.


jueves, 16 de abril de 2015

UN PEQUEÑO LIBRO PARA EL GRAN PLACER DE LEER.


Los buenos libros de historia tienen el mérito de acercarnos al conocimiento del pasado. Algunos, además, terminan dando un involuntario testimonio del momento en que fueron editados. Ese doble mérito le cabe a "La pequeña historia de la Revolución de Mayo", obra de José Luis Lanuza publicada por Editorial Perrot en la Buenos Aires de 1957. Un pequeño libro para el gran placer de leer.

José Luis Lanuza
"La pequeña historia de la Revolución de mayo"
Editorial Perrot, Buenos Aires, 1957.

En apenas 76 páginas, Lanuza describe hechos y personajes relativos a la Revolución de Mayo que, lejos de ser meramente anecdóticos, explican la profundidad entusiasta del amor a la Libertad en la fundación de la identidad argentina. 

Para entender la diferencia entre el orden virreinal y el impulso liberal de los revolucionarios, nada mejor que ver ejemplos cotidianos del modo opuesto en que lo viejo y lo nuevo entendían la vida. Algo tan simple como fundar una familia podía dejar expuestos los distintos valores, así nos cuenta Lanuza, -dedicando un capítulo a las "Mujeres en la Revolución"- que:

Las hermanas de Rivadavia se pasan los mejores años de su vida pleiteando contra sus padres que les niegan autorización para sus bodas. El padre, apelando ante la Real Audiencia, explica su derecho de pater familiae:
"Sustraerme mis hijas -dice- es cosa nula; me deben estar más sujetas aún que el criado respecto de su amo, por razón de la patria potestad que me compete y me da facultad para enajenarlas o venderlas en caso de necesidad, por la especie de dominio que ejerzo sobre ellas, como cosa nacida y proveniente de mí mismo".

Era mucho más que la dependencia de España lo que se estaba en discusión. Es conocido que Mariquita Sánchez se había opuesto a la voluntad de sus padres para casarse con Jacobo Thompson, pero no fue la única. Cuando la Patria necesitó fusiles para sus soldados, las damas se apresuran a donarlas y en nota al Triunvirato, que puede reconocer como autor intelectual a Bernardo de Monteagudo, manifiestan: 

"Cuando el alborozo público lleva hasta el seno de sus familias la nueva de una victoria, podrán decir en la exaltación de su entusiasmo: 'Yo armé el brazo de ese valiente que aseguró su gloria y nuestra libertad'.
Dominadas de esa ambición honrosa, suplican las suscritoras a V.E. se sirva mandar se graben sus nombres en los fusiles que costean. Si el amor de la Patria deja algún vacío en el corazón de los guerreros, la consideración al sexo será un nuevo estímulo que les obligue a sostener en su arma una prenda del afecto de sus compatriotas, cuyo honor y libertad defienden".
Firman aquel escrito, fechado el 30 de Mayo de 1812: Tomasa de la Quintana, Remedios de Escalada, Nieves de Escalada, María de la Quintana, María Eugenia de Escalada, Ramona Esquivel y Aldao, María S. de Thompson, Petrona Cárdenas, Rufina de Orma, Isabel Cavilmontes de Agrelo, María de la Encarnación Andonegui, Magdalena  de Castro, Ángela Castelli de Igarzábal y Carmen Quintanilla de Alvear. 

Angelita Castelli.
(1794 - 1876)

Destaca Lanuza que "Ese día se ha celebrado la boda, con misa de esponsales en la catedral, de Angelita Castelli, hija del ex delegado de la Junta en el Ejército del Norte, con el Capitán Francisco Javier Igarzábal, edecán del Triunvirato y en ese documento Angelita estampa por primera vez su nombre completo. ¡Tan mezclados se ven la Patria y el amor en aquellos días apasionados de la Revolución!". En nota al pie, añade que la firma de Angelita Castelli es sugestiva porque su matrimonio, realizado por sorpresa y contra la voluntad de sus padres, había constituido una de las comidillas sociales en los tiempos de la Revolución y le valió ser internada en la Casa de Ejercicios Espirituales de la que salió, para casarse definitivamente, el mismo 30 de Mayo de 1812. 

Como puede apreciarse, en el conflicto generacional hasta el jacobino de la Revolución podía obrar como el más conservador de los españoles cuando de su hija se trataba. 

Entre las postales cotidianas que pinta Lanuza destaco dos. La primera la semblanza del Dr Juan José Paso, el salvador de la Revolución, hombre de exterior pequeñísimo, bajito, delgaducho, atiborrado de argumentos y de doctrina jurídica, a quien "ni la actuación política ni la profesional le habían granjeado fortuna. El doctor Paso era un abogado pobre que solía pasar largos ratos en el café de Marcos, sentado cerca de las mesas de los billares. Allí, entre el ruido seco de las carambolas, comentaba la actualidad política con todo el que se le acercaba".

La segunda la del Dr Francisco "Pancho" Planes, tío de Vicente Fidel López. Lanuza lo presenta desde un interrogante siempre vigente: "¿Qué destino caprichoso distribuye las glorias póstumas? De los personajes que actuaron en episodios culminantes de la historia, la memoria colectiva retiene los nombres de algunos y olvida los de otros". Pancho Planes fue uno de los primeros en hablar abiertamente de Independencia, combatiente contra el invasor inglés y revolucionario de Mayo era un "patriota a lo macho", con carácter bullicioso para ganarse fama de "loco" y capaz de arengar al pueblo subido a una mesa de la Fonda de las Naciones. Apoyó el partido de Pueyrredón y luego fue de los federalistas de Dorrego. Murió en 1835 y decía odiar tres cosas: a España, a Rivadavia y a Rosas, pues según entendía "los desatinos de ese loco (Rivadavia) eran la causa de las maldades de este perverso (Rosas)".

José Luis Lanuza.

Esto y más nos cuenta José Luis Lanuza sobre la Revolución de Mayo, uno de los primeros hechos históricos que todo argentino aprende a querer en sus primeros años de escuela. Pero en las solapas del libro, en el perfil del autor trazado por alguien que firma como A.M., hay también testimonio de la vida de Lanuza y su propio contexto histórico. Así, en un párrafo de marcado antiperonismo, que bien calzaría para entrar en la biografía de Perón que acaba de publicar Nicolás Márquez, se pinta la época de la edición: "En mérito a la enorme y valiosa labor que ha realizado, José Luis Lanuza fue llevado a la presidencia de la Sociedad Argentina de Escritores, que ejerció durante los dos últimos años de la dictadura (1953-1955). En esa difícil función tuvo que enfrentarse más de una vez con un régimen de fuerza que consideraba la cultura como una mala palabra y perseguía a la inteligencia como a un enemigo personal y peligroso. Y Lanuza supo afrontar esa situación de riesgo con energía y con carácter, pues no iba a desertar de la lucha quien se consagró siempre a la defensa de los mejores valores de la cultura y del espíritu y rindió siempre un culto permanente a los fueros de la democracia y de la libertad".


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López.



lunes, 13 de abril de 2015

"EL SATIRICÓN", una genialidad de Petronio.




Algunas lecturas tienen el valor de burlar al tiempo, es el caso de "El Satiricón". 

Se da por su autor a Gayo Petronio Turpiliano quien, habiendo nacido en las Galias entre el año 14 y el 27, llegó a Roma en tiempos del Emperador Claudio adquiriendo cierto renombre como arbiter elegantorium. Con el ascenso al trono de Nerón, Petronio ocupó cargos de relevancia, destacando como procónsul de Bitinia donde demostró gran capacidad administrativa y tener carácter enérgico.

Tácito lo describe como "un cortesano voluptuoso, tan apto para el placer como para los negocios. Durante el día se dedicaba a dormir, y consagraba la noche a los asuntos de importancia, a las mujeres y a los banquetes. Idolatrado por una corte corrompida, a la cual admiraba con su ingenio, su afabilidad y su esplendidez, fue en ella durante largo tiempo el árbitro del buen gusto y de la elegancia, y el predilecto del emperador".

Perdido el favor de Nerón, Petronio decidió suicidarse en el año 65 para evitar ser objeto de la crueldad del emperador. Entonces, según Tácito, ya con las venas cortadas por las que manaba su sangre, "lejos de imitar a aquellas víctimas cobardes del tirano, que perecían besándole la mano al verdugo, y legando sus riquezas al avaro asesino, se divirtió durante los últimos momentos en trazar un breve relato de los excesos de Nerón; en describir los agravios que hacía a un tiempo al pudor y a la naturaleza en brazos de pederastas y prostitutas. Después de haber dirigido a Nerón aquel testamento acusador, sellado con el anillo consular, se dejó expirar tranquilamente". Plinio y Plutarco confirman lo referido por Tácito respecto al lujo exquisito de Petronio y a la sátira con que fustigó los vicios de Nerón.

Leo Glen actuando de Petronio en "Quo Vadis"

La muerte de Petronio se encuentra magníficamente representada en la película "Quo Vadis", con Leo Glen interpretando a Petronio. Dirigida por Mervyn LeRoy y estrenada en 1951, Peter Ustinov compone allí un Nerón inolvidable. La película se constituyo en uno de los clásicos de Pascua para la televisión argentina. En esa versión doblada al español, la voz de Petronio lograba un particular tono de sarcasmo victorioso en las últimas palabras del suicida. Al leer El Satiricón mi mente le puso esa misma voz al escrito de Petronio. 

El Satiricón es una historia picaresca de bribones sin escrúpulos. Ladrones y estafadores buscando sacar ventaja para vivir sin trabajar en una sociedad decadente y corrompida. Es fascinante leer semejante obra que supera los dos mil años de antigüedad y encontrar, además de la prosa agradable, notorios paralelos con el presente. 

Fácil sería escribir una adaptación para la Argentina actual. De hecho cualquiera comprenderá que puesto en nuestros días, sin mayores artes y esfuerzos que los demostrados como protagonista de El Satiricón, Encolpio -de él se trata- bien podría ser designado por Cristina Fernández de Kirchner como presidente del Archivo de la Memoria de la Diversidad Sexual.

Recomiendo pues hacer una lectura comparativa y política de El Satiricón, donde además de humor Petronio nos regala algunos pensamientos capaces de saltar dos milenios sin envejecer: 

"Cuando un filósofo enemigo del vicio anda derecho por el camino de la vida, el contraste de sus costumbres con las del siglo le atrae enseguida el odio universal, porque nadie ha de alabar en otro las virtudes que a él le faltan". 




Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López

sábado, 11 de abril de 2015

ARNALDO BRESCIANI, UNA LOCURA QUE SANA.


El sábado 11 de Abril de 2015, en la esquina de Belgrano y Vélez Sarfield (Munro), se realizó un acto de campaña del Partido "Todos Vecinos". Ante unas 200 personas (agolpadas en las cuatro esquinas y sobre las veredas para no cortar el tránsito) hizo uso de la palabra el Dr Arnaldo Bresciani, quien se postula para Intendente del Partido de Vicente López. 


Arnaldo Bresciani es médico, los vecinos lo identifican plenamente con el Hospital de Vicente López, además tiene buen sentido del humor y título de abogado ya que, como suele bromear: "un vaso de agua y un título de abogado no se le niega a nadie".  


En su discurso reafirmó que su vocación es la medicina antes que la política, pero que no se puede ser indiferente dejando la política en manos de quienes no entienden las necesidades del vecino. Subrayó que su aspiración no es la de obtener un cargo sino hacer lo que se debe hacer, razón por la cual lo llaman "El Loco Bresciani", porque si no fuera leal a sus convicciones jugando al distraído sería parte del gobierno municipal. Apuntó así a la necesidad de redefinir las prioridades del gasto público y a dejar de cargar los costos de los "fuegos artificiales" sobre los bolsillos de los vecinos, razón por la cual -por ejemplo- el costo del combustible en Vicente López es mayor que en la Capital Federal.  

Más allá de su propuesta de una gestión de, por y para los vecinos de Vicente López, Arnaldo Bresciani ama incondicionalmente a la Patria y expresa el profundo orgullo de ser vilopino. Acaso por eso, por tener ese amor como una locura que lo diferencia de la odiosa cordura imperante en la abrumadora mayoría de los políticos, cerró su discurso con dos declaraciones de principios formidables. 

La primera fue hacer suya las palabras del "Yo quiero" que escribiera el Capitán de Fragata de Infantería de Marina Silvio Eduardo Galíndez, y que reza:

Bresciani: "Yo quiero".

"Yo quiero un País que vuelva a los valores que lo formaron y engrandecieron: La familia, la escuela, el trabajo, la palabra empeñada, la moral social y la voluntad de grandeza conformada aún en el disenso. Yo quiero un País que vuelva a ser capaz de decir ¡Basta! a la corrupción social, económica y política, al escándalo público disfrazado de progresismo, a las maniobras bastardas a espaldas de su pueblo, a la impunidad y continuidad de clanes e imperios personales. Yo quiero un País hermanado con el mundo, pero que respete y haga respetar su  identidad cultural y económica. Yo quiero un País que proteja a sus Instituciones y que ellas defiendan nuestro legado histórico y no sean meros instrumentos del poder circunstancial. Yo quiero un País con grandeza y esperanza en la formación de su juventud y respetuoso y merecido reconocimiento a sus mayores. Yo quiero un País que vuelva a sentir el orgullo del ser, el respeto a su gente y a la integridad de su territorio, en el cual el Himno sea un grito emocionado y no un susurro avergonzado y en el que sus  gloriosos colores se exhiban con orgullo y no se oculten con indiferencia. Por todo ello, por el pasado, para modificar el presente y por el futuro de nuestros hijos, con el auxilio y bendición divina: Yo quiero que me devuelvan mi ARGENTINA”.
La segunda formidable declaración de principios fue consecuencia de lo dicho, pues cantó a viva voz los gloriosos versos del Himno Nacional, poema escrito por el Bardo de la Libertad cuyo bien amado nombre recuerda nuestra ciudad. Acompañamos todos los presentes el cantar de Arnaldo, potente y afinado, que fue coronado con gritos de ¡Viva la Patria! y ¡Viva Vicente López! 

Finalizado el acto me acerqué y le dije: "Tu locura es también la mía". 

Arnaldo Bresciani cantando el Himno Nacional Argentino. 

Por supuesto, voy a votar Todos Vecinos a nivel municipal. 





Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López



lunes, 6 de abril de 2015

NOSOTROS LOS LIBERALES




Soy liberal por razones románticas que hacen al origen de mi Patria. 

La Nación Argentina comenzó a gestarse en algún momento anterior a la Revolución de Mayo, y muy posiblemente las victorias sobre el enemigo inglés en las gloriosas jornadas de la Reconquista y la Defensa hayan servido de catalizador para que entre los combatientes criollos, hombres de la talla de Manuel Belgrano y Don Vicente López y Planes, se afianzara la conciencia de ser algo distinto de España.

Por entonces, las ideas liberales ya circulaban en las costas del Río de la Plata, donde entre 1802 y 1807 Juan Hipólito Vieytes –acaso demostrando que hasta en los nombres de pila los liberales somos pioneros– publicaba el Semanario de Agricultura Industria y Comercio, defendiendo los beneficios de la libertad. Vieytes, como buena parte de los primeros patriotas, bregaba por el libre comercio, el respeto a la propiedad privada y gobiernos limitados frente a la autonomía del individuo.

Capitán de milicias por su actuación durante las invasiones inglesas, conspirador contra la dependencia española, revolucionario de Mayo y Secretario de la Asamblea Constituyente del Año XIII, el Patriota Juan Hipólito Vieytes merece ser reivindicado como el primer liberal argentino.

El 5 de Octubre de 2015 se cumplirán 200 años de su muerte, pero Vieytes sigue siendo un personaje de estricta actualidad. Al fin de cuentas no estamos mucho mejor que dos siglos atrás. Tristemente Argentina es un país embrutecido, como lo demuestra la radiografía de la cultura institucional realizada por Poliarquía Consultores e IDEA Internacional (Institute for Democracy and Electoral Assistance), cuyos resultados publicó La Nación en su edición dominical del 05ABR15.

No es viable un país, como tal, si el 79% de sus habitantes percibe que la mayor parte del tiempo se vive fuera de la ley. Potenciado ese estado de salvajismo por la preocupante discordia que implica el 73% de los consultados asegurando que no hay consenso social en distinguir aquello que está bien de lo que está mal. Parece una paradoja que con esos mismos datos el 91% considere que la Constitución Nacional es importante o muy importante; pero no existe tal paradoja, es simplemente el reconocimiento emergente de ser una sociedad de hipócritas. Y no puede ser compuesto por otra cosa más que hipócritas, o alienados de la realidad, el 18% que -contra toda evidencia- sostuvo que la Argentina es un país donde se respetan la Constitución y las leyes. 


Lo grave de esta encuesta es que ratifica el peligroso coqueteo de los argentinos con el totalitarismo, porque no fue un sondeo de opinión sino una elección nacional la que, con el 54% de los votos, avaló el daño institucional a la República. Con la reelección de Cristina Fernández de Kirchner la Constitución Nacional quedó degradada a ser una suerte de simple sugerencia, la mera referencia que puede o no cumplirse según convenga al Poder Ejecutivo. La Constitución se incumple a la vista de todos y con la complacencia de la mayoría, pues siendo escandaloso que no se haya designado Defensor del Pueblo de la Nación, no parece haber ningún apuro por designarlo y tanto desde el oficialismo como desde la oposición se pretende que la situación es normal.

Estamos en presencia de un gobierno surgido de iure que se deslegitima gobernando de facto, subordinado el cumplimiento de la Constitución Nacional a la voluntad del capricho presidencial y que, destruyendo la República, procura aunar la suma del poder público montando para ello un enorme aparato de propaganda y control social. Lo demuestra la creación del "Ministerio de Cultura" por un inconstitucional decreto de pretendida necesidad e inexistente urgencia, contra el que apenas unos pocos supimos reaccionar.

Actual como antaño, una frase de Vieytes describe el lamentable estado del territorio: "Mientras permanezca entre nosotros esta frialdad por los intereses de la Patria, seremos el digno objeto del desprecio y de las burlas del resto de las naciones cultas". Actual, porque el populismo no se detiene ante el ridículo; y apenas unos años atrás creíamos poder reírnos de los disparates de la Venezuela chavista.

Frente a ello resulta prioritario imponer en la agenda política la necesidad de volver a la supremacía de la Constitución Nacional, sin embargo esa urgencia no aparece en el discurso de los principales dirigentes de la oposición. No hay enfoque institucional a los problemas de los argentinos, sólo propuestas de aglutinarse en torno a nombres propios esperando que la providencia haga realidad los buenos deseos que sostienen al pensamiento mágico. 

Los liberales con romántico arraigo histórico, aquellos que buscamos vivir en una Patria de libertades porque no nos alcanzaría con vivir en otro país por más libertades que ofreciera, debemos ser autocríticos de la propia imbecilidad y dejar a un lado las mezquindades alimentadas por pequeñas diferencias que malgastan energías queriendo hacer tormentas en vasos de agua.  Hemos contribuido al deterioro de la política desde nuestra incapacidad para organizarnos, asumirlo exige hacer algo para enmendarnos y tener clara conciencia del contexto en que nos encontramos.

Placa que recuerda el solar en que nació Juan Hipólito Vieytes,
San Antonio de Areco antigua calle Real,
actualmente con el nombre de Ruiz de Arellano

Volvamos a las fuentes siguiendo el ejemplo de Vieytes que no se acobardó por predicar en el desierto, y que tanto supo trabajar abiertamente como conspirar en las sombras según fuera necesario. Si estamos dispersos en distintos espacios, sea el Frente Renovador o el PRO, no hagamos de lo coyuntural cuestiones de vida o muerte, veamos más allá de diciembre comprendiendo que para llegar al ideal debemos cambiar el rumbo del país. Desde Vieytes hasta Alsogaray, pasando por Alberdi, Sarmiento y Roca, los liberales tenemos un legado de patriotismo y acción política. Honrarlo es nuestra obligación.

Ya que en 2015 no tendremos peso propio como fuerza política definida, debemos procurar influir en la oposición afirmando un sólido compromiso institucional con los valores de la República y la Libertad. Consolidar una institucionalidad que limite al gobierno frente a la autonomía de los individuos, reconociendo el derecho subjetivo a la legalidad, es un objetivo al que debe encaminar sus esfuerzos todo liberal; porque sólo cumpliendo y haciendo cumplir la Constitución Nacional la vida cotidiana dejará de estar librada a la pura suerte y la arbitrariedad. Cultura cívica o barbarie populista, esa es la cuestión.

El lunes 05 de Octubre de 2015 se cumplirán 200 años del paso a la inmortalidad del Patriota Juan Hipólito Vieytes, para cuya memoria reclamo la merecida consideración de ser "el primer liberal argentino".  El domingo 4 de octubre a las 12:00 hs volveré a San Antonio de Areco, su pueblo natal, para rendir tributo frente al monumento que lo recuerda.

Espero no estar solo, no quisiera creer que soy el último liberal.




Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
www.plumaderecha.blogspot.com
Estado Libre Asociado de Vicente López

domingo, 5 de abril de 2015

"MALVINAS EN PRIMERA LÍNEA" (libro recomendado)


"Malvinas en primera linea", Lautaro Jiménez Corbalán
Edivérn.

Si un libro merece la expresión "relato vívido" es este. 

"Malvinas en primera línea", de Lautaro Jiménez Corbalán, contiene mucho más que las "vivencias y anécdotas de integrantes del Regimiento de Infantería 4" que modestamente se anuncian en la tapa.

El primer acierto del autor fue haber registrado su realidad durante la campaña de Malvinas llevando un diario personal. El segundo acierto fue no apresurarse a publicar su contenido. Si bien hay testimonios que adquieren espectacularidad con la inmediatez, en este caso madurarlo hasta el 2011 obró -y perdón por la poca originalidad de la comparación- igual que el añejamiento de los buenos vinos en vasijas de roble. El resultado es la armoniosa combinación entre la memoria documentada de un Subteniente de 19 años (cumplió sus 20 en Malvinas) y la capacidad de análisis de quien era Coronel en 2011.

Sobre esos aciertos, que azarosamente pudieron no haberse dado, se potencian los méritos. El fundamental es la honestidad intelectual para respetar la verdad aunque se torne incómoda, recuérdese que según suele decirse en toda guerra la primera baja es la verdad. Jiménez Corbalán no solamente cuenta su verdad sino que ha hecho un gran trabajo de recopilación bibliográfica para dar con ella.  Otro mérito. o acaso otra faceta del mismo mérito, es la comprensión de lo colectivo dando participación testimonial a los demás integrantes del Regimiento 4, extensivo a otras unidades, lo que amplía la acotada percepción que cualquier combatiente se construye desde su lugar de empeño. El título mismo "Malvinas en primera línea", resulta toda una elaboración crítica para un componente del Ejército que fue apostado en el terreno previsto como retaguardia y reserva.

Tiene también el libro gran mérito desde la forma literaria, pues el estilo logrado hace que a medida que pasan las hojas la narración adquiera mayor intensidad. El relato cronológico está llevado de tal modo que la ansiedad de los protagonistas es compartida por el lector y las palabras se hacen imágenes muy nítidas. Especialmente gráfico es el relato de los combates, desde el desgastante cañoneo naval de la flota inglesa hasta el frenesí violento del enfrentamiento terrestre, cada renglón parece escrito con adrenalina en lugar de tinta.

Todos los tópicos que hacen a la literatura de guerra van apareciendo a lo largo del texto, porque hay cientos de historias dentro de la historia que cuenta el libro. Están esas vueltas del destino que parecen de ficción, como los granaderos novatos enviados a Malvinas por ganar un concurso de tiro, o el inimaginable reencuentro del Oficial de Inteligencia Teniente 1º Jorge A. Echeverría con tres conocidos (sepa el lector descubrir los detalles leyendo el libro). Y está la camaradería que forja hermanos de guerra, porque la historia del Subteniente Jiménez Corbalán es también la del Soldado Teodoro Flores, compañeros de carpa, vigilia y combates.

Obviamente toda lectura es una experiencia personal y con este libro me ha pasado algo especial. Si bien soy consciente que el autor tiene algunos años más que yo, el protagonista es siempre un muchacho de 19/20 años y uno no ve al autor, así ocurre en los libros bien escritos, ve y comparte el libro con el protagonista por el cual se genera una simpatía creciente. Ahora bien: leer se trata también de ponerse en la piel del personaje narrado, pero ocurre que el mayor de mis hijos tiene 21 años, por lo tanto me era inevitable imaginarlo a él en ese lugar. Así cobré conciencia que uno tiene pensamientos mucho más proclives a la violencia cuando siente desde la propia piel que cuando siente desde la piel de sus hijos.


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
www.plumaderecha.blogspot.com
Estado Libre Asociado de Vicente López



viernes, 3 de abril de 2015

VIGILIA DEL 2 DE ABRIL 2015 EN SAN ANDRÉS DE GILES


UNA CRÓNICA PERSONAL


En San Andrés de Giles, Provincia de Buenos Aires, pueblo que aspira a ser reconocido como "Capital Nacional de la Malvinización", se realizó la 18ª Vigilia del 2 de Abril. Organizado como un gran fogón criollo, el evento -una vivencia nueva para mí- me resultó muy agradable. 

El inaudito tránsito del jueves 1º de Abril por la tarde hizo que el viaje, desde el Estado Libre Asociado de Vicente López hasta la Capital Nacional de la Malvinización, insumiera el doble de lo previsto. Así, recorrer 97 kilómetros llevó casi tres horas. La tarde se hizo noche para atravesar las partes del camino con ruta de doble mano en reparación y carente de iluminación. Justo lo que quería evitar. Uno puede suponer que es una mala señal y que mejor era quedarse en casa, o repetirse aquel saber popular de "al que quiera celeste que le cueste". Huelga decir que ese fue el caso.


Víctor Villagra, Carlos Alejandro Hudson y Luis Deantoni
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Al fin en San Andrés de Giles me fui acercando a la Plaza Saraví. Sobre el escenario sonaba el folclore que debe acompañar al fogón, interpretado por tres veteranos de la Guerra de Malvinas: Víctor Villagra en bombo, Luis Deantoni en guitarra y Carlos Alejandro Hudson en guitarra y voz. Luego fue el turno de la banda militar.




A diferencia de aquella banda militar referida por Charly García en "Superhéroes", esta no desafinaba el tiempo ni el compás por lo que disfrutó la asistencia de clásicos marciales como "Mi Bandera" y la "Marcha de San Lorenzo", sin embargo el punto más alto de su presentación fue alcanzado cuando interpretaron la marcha de los paracaidistas. La letra de esa marcha no es conocida más que por los propios paracaidistas, pero allí estaba el VGM Carlos Alejandro Hudson, quién apenas bajado del escenario comenzó a cantarla y enseguida fue entusiastamente acompañado por un grupo de paracaidistas. Uno de esos momentos que surgen solos y se convierten en un recuerdo imborrable. Tanto que por grabarlo en mis retinas ni siquiera atiné a sacarles una foto Luego me quedó completamente en claro que durante la vigilia no todo pasa sobre el escenario. 


La sonrisa de un tipo feliz: Esteban Tries 

Avanzando la noche llegó el momento protocolar de los reconocimientos a veteranos y familiares de los caídos, con especial afecto por el Soldado Jorge Maciel, oriundo de San Andrés de Giles y caído en combate. Ello se realizó con la medida participación del Intendente de San Andrés de Giles, Contador Carlos Javier Puglelli y del Diputado Nacional Alberto Assef entre otras autoridades. Inmediatamente luego se encendieron algunas antorchas, como la portada por Esteban Tries, para llevar el fuego  los leños y hacerlos fogón. 






En la Plaza se ubicaban distintos puestos entre ellos una carpa de los Comandos del Ejército Argentino, en cuyo interior podían apreciarse obras del pintor Alan Fioravante, director del grupo "Arte es Combate".



















También, en carácter de guardia de honor, acompañaron efectivos de las distintas Fuerzas Armadas y de Seguridad, como estos Infantes de Marina.



En forma amena, el paso de las horas hacía de la vigilia un ritual emotivo y sobrio. Distintos puestos de comida y los locales gastronómicos lindantes a la plaza satisfacían la necesidad de alimento.

Siendo que todo evento tiene su sabor particularmente destacado, en la Vigilia de San Andrés el bocado más preciado resulta ser el "Chanchipán" ofrecido por los bomberos. Pocas veces se logra servir carne de cerdo de alta calidad y en su punto justo de cocción. Tan rico que muchos malvineros, incluyendo a veteranos, bromeaban con que paladear esa delicia era la verdadera razón de su presencia en el lugar. La broma demuestra el buen ánimo reinante.

Sin embargo no todo me pareció bien. Había un stand de jóvenes del Ministerio de Bienestar Social donde se ofrecían remeras con las Islas Malvinas impresas en ellas y leyendas tales como "tenemos Patria". Se dirá que esa expresión es neutra, a lo que responderé que el kirchnerismo ha montado un enorme aparato de propaganda y control social haciendo uso faccioso de los medios del Estado, por lo que expresiones que en apariencia podrían ser de todos se han degradado a mero eslogan del régimen.

Sin que esa mancha discordante pudiera empañar la noche, la vigilia siguió su curso. Así era posible comprobar que la calma pueblerina de San Andrés de Giles no se dejaba alterar por la reunión de vecinos y tantos forasteros en la Plaza. Basta ver al perro durmiendo en la calle, junto a la vereda del Café Bonaevana, para reafirmar que algunas idiosincrasias son inmutables.




Por todas partes se sucedían encuentros de viejos camaradas o amigos que daban lugar a charlas y nuevas presentaciones entre extraños que dejaban de serlo. Ese es uno de los grandes efectos que provocan hechos como la Vigilia de San Andrés: facilitar el contacto entre malvineros. A mayor conocimiento mejores posibilidades organizativas.

Cerca ya de la medianoche se encendieron las 649 antorchas, una por cada uno de lo caídos en combate. marcharon los veteranos por la calle hacia el fogón y acompañado por una guitarra "El Tigre" Roberto Rimoldi Fraga nos guió desde el escenario para recibir un nuevo 2 de Abril cantando el Himno Nacional.  El poema grande de Don Vicente López y Planes cumplió una vez más su alto propósito espiritual. Lo dice todo desde 1813, no hace falta añadir más.












Un largo rato después de cantar la gran obra del Bardo de la Libertad, llegaría el momento de encender el motor del pogo malvinero, con la presentación de FEEED!. La Vigilia de San Andrés cerró así con la alegría del saber celebrar la vida de los combatientes antes que llorar su muerte. Cuando se ve que en un pogo malvinero bailan, cantan y saltan veteranos de guerra de la talla de Juan José Gómez Centurión y Marcelo Llambías, cuando estalla el grito de "¡Toto! ¡Toto!", se entiende cabalmente que se trata de amor. Tan puro y feliz como eso.








 












¡Honor a los combatientes y Gloria a los caídos!
Volveremos.



Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López