Eduardo Duhalde y Ariel Corbat |
Vicente López, 15 de Marzo de 2015.-
Estimado Dr. Eduardo Duhalde:
Pareciera que este fin de semana de mediados de marzo comienzan a perfilarse caminos de cambio. La UCR ha dado un buen paso para recobrar su identidad dejando atrás la ignominia de los radicales K. Un partido histórico volviendo sobre sus originales vertientes republicanas en un acto de claro sentido institucional resulta inspirador. El PRO tiene mucho que aprender de su nuevo aliado. Desde mi simpatía liberal para con Alem y Alvear celebro este fortalecimiento del espacio al que acompañará mi voto.
Más allá de mi adhesión a la candidatura presidencial de Mauricio Macri, también me complace, en el entendimiento que Argentina no será República sin que el peronismo se afiance como partido republicano, su designación al frente del Consejo Normalizador del Partido Justicialista.
El daño institucional que padece el país se percibe claramente en la escala de valores que desde los poderes del Estado signan la vida de los ciudadanos. Así, mientras el Poder Ejecutivo impone su voluntad por encima de la Constitución Nacional, al punto de crear un ministerio de "Cultura" por decreto de pretendida necesidad e inexistente urgencia, el Poder Judicial niega entidad jurídica a la condición de ciudadano y desde la obsecuencia del sometido Poder Legislativo se impone el confeso stalinismo de Diana Conti en la preocupación por evitar la "estigmatización de los barrabravas" cuando algún dejo de sentido común, residual sin duda, pudo brotar en insalvables kirchneristas como Scioli o Insaurralde.
Bastan esas pocas pinceladas de la realidad para poner en evidencia al brutal parecido del kirchnerismo con el sistema totalitario descripto por George Orwell en "Rebelión en la Granja" y "1984", pues pretende degradar al argentino promedio no sólo en sus derechos cívicos sino también en sus capacidades intelectuales. Se necesita una sociedad dañada intelectualmente para que siga por reflejo inducido la voluntad de un líder, normalizando un tipo de vida por fuera de todo sentido común. "Ein völk, ein reich, ein führer", repetían los nazis con la misma monocorde cadencia que los kirchneristas replican: "Un pueblo, un proyecto, una conductora".
República o totalitarismo, ciudadanía o turba, autoridad o autoritarismo, o como mejor lo sintetizara Domingo Faustino Sarmiento: CIVILIZACIÓN O BARBARIE, esa es la disyuntiva cultural que el presente impone a la política. Es muy penoso, por cierto, que hayamos retrocedido tanto como para tener que plantearnos casi lo mismo que en 1845...
El peronismo tiene una gran responsabilidad en el sistemático ataque a la supremacía de la Constitución Nacional implementado desde el 25 de Mayo del 2003 a la fecha, usted lo ha reconocido y es la autocrítica base necesaria para enmendar los errores. De allí mi confianza en que volcará sus esfuerzos a consolidar el carácter republicano del peronismo, conforme la evolución vivenciada e impulsada por el propio Presidente Juan Perón.
Los no peronistas necesitamos un peronismo republicano, que no avasalle en el poder ni conspire en la oposición. Y en ello, insisto, se juega la suerte de la República.
Le deseo, para bien de todos, el mayor éxito en la normalización del PJ.
En el aprecio de siempre, lo saludo con un muy fuerte abrazo.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha.
Estado Libre Asociado de Vicente López
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