miércoles, 1 de octubre de 2014

YO DESCONFÍO, ¿Y USTED?


Diez frases del discurso de Cristina Fernández
recopiladas por Cronista.com


En su lamentable discurso del 30 de Setiembre de 2014, la Presidente Cristina Fernández dio muestra cabal del grado de irracionalidad instalado en la Argentina. 

Al escucharla sentí una profunda pena por el deterioro intelectual que arroja la década kirchnerista, pena que no menguó al día siguiente atendiendo a lo superficial de los comentarios o la simple abulia indiferente de quienes deberían ser ciudadanos preocupados. 

Me parece bien que se proyecte urbanizar las villas de emergencia que se dejaron crecer en forma caótica durante largos años; es tardío, pero vale. Claro que tengo mis prevenciones pues desconfío de las intenciones que declara el régimen. Sospecho que más que urbanizar las villas se pretenda villerizar los barrios, y no es un dato tranquilizador que se coloque al frente de la Secretaría de Acceso al Hábitat a un subordinado político de Luis D'Elía, como es el Arquitecto Rubén Pascolini. 

Arquitecto Rubén Pascolini, subordinado político de Luis D'Elía.

Y aquí, justo en relación a los antecedentes del Arquitecto Pascolini, dijo en su discurso la Presidente: "Para los que seguramente van a buscar el pelo en el huevo, les digo que es Medalla de Oro de su promoción, de la Universidad Nacional de La Plata, nada más y nada menos, así que…aclaro algo: digo esto para los medios de comunicación, lo de la Medalla de Oro, porque también es cierto que ser Medalla de Oro no es garantía de nada. Te voy a bajar un poco el precio, disculpame. No quiero recordar uno que fue Presidente y fue Medalla de Oro porque si no nos vamos todos, cerramos las puertas de Casa de Gobierno y no volvemos más".

El Presidente aludido es el Dr. Fernando De la Rúa, quien con tan sólo 21 años egresó de la Universidad Nacional de Córdoba con Medalla de Oro. Nada justificaba incorporar esa agresión gratuita en un discurso presidencial, pero es una muestra más del nivel de odio que proyecta el kirchnerismo a la sociedad. El odio es la distracción preferida del totalitarismo. Cristina Fernández omitió mencionar que el nuevo cargo implica respaldar al núcleo duro kirchnerista referenciado con Luis D'Elía, y procurando evitar que los cuestionamientos vayan  en esa dirección apeló a la Medalla de Oro del Arquitecto Pascolini lo que no es reprochable en tanto el mérito académico debe ser bien ponderado por la sociedad. Lo malo, e inaceptable, es que tras valorar la calificada graduación de Pascolini sintiera la necesidad de denostar a los graduados, empezando por el propio Pascolini y tirando lodo, sin ton ni son, sobre un ex Presidente de la Nación. 

Es curioso porque nunca se despejaron de modo certero las dudas sobre si Cristina Fernández egresó realmente como abogada de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Plata. Personalmente sólo he visto su firma como abogada en una solicitada de lamebotas durante el Proceso de Reorganización Nacional, lo que no acredita nada. 

Como ya he contado antes en La Pluma de la Derecha, el miércoles 19 de Setiembre de 2012 escuché al Dr. Jorge Vanossi decir, de motu propio, que no cree que Cristina Fernández sea abogada. En un marco de charla dentro de la UCEMA, tras escucharlo le pregunté específicamente sobre ese punto y el Dr. Vanossi, cuyos méritos profesionales y académicos son ampliamente reconocidos, ratificó sus dudas sobre la graduación de Cristina Fernández. Sostuvo que toda incógnita se despejaría con la exhibición del título supuestamente expedido por la Universidad de La Plata, porque no se conoce ningún escrito en el que ella aparezca firmando como abogada, pese a que como Senadora llegó a presidir la Comisión de Asuntos Constitucionales.



Con estas dudas pesando sobre su autodefinición como "abogada exitosa", resulta muy llamativo que quisiera dejar sentado que graduarse con Medalla de Oro no garantiza idoneidad para la función pública, en especial atendiendo a este otro párrafo de su discurso: "Digo esto así al pasar, sí porque viste que toda esta cosa, y para los que andan buscando títulos, que no tienen títulos, miren: ahí tuvieron a Lula, un obrero, presidente, dos veces, de Brasil. Pero bueno, el hecho de si eres un urbanizador, ser arquitecto y has tenido – como arquitecto-  una buena instrucción, y ser reconocido por una universidad de las más viejas del país, como es la UNLP, de la cual salimos Néstor y yo, además, no es poca cosa, pero que es un antecedente importante".

Dicho al pasar, como al pasar parece hablar la Presidente Fernández, salir de cualquier universidad no implica necesariamente haberse graduado, Lula no tuvo estudios universitarios ni se jactó de tenerlos pero gobernó con sentido común, algo que ningún título garantiza; tampoco uno inventado. Y también a la pasada, me pregunto si atacar de semejante manera al Presidente De la Rúa habrá sido por envidia académica, o por temor a terminar su mandato fugando por los techos. 

En cualquier caso, el asunto es que en ésta Argenzuela que supimos conseguir, el odiador profesional Luis D'Elía acaba de ubicar a uno de los suyos para manejar un presupuesto de más de 2.000 millones de pesos. Yo desconfío, ¿y usted?


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López