Siempre que viajo en la Linea C del Subterráneo me viene a la memoria, y a la sonrisa, un chiste de Landrú, que fue publicado en la tapa de la revista Tía Vicenta 28 de Noviembre de 1965, cuatro días después de mi nacimiento: "¡Pánico en Constitución! Onganía en Retiro". Toda una descripción de la época.
Entonces relaciono fechas y tomando por referencia, una vez más, a Charly García, puedo cantar aquello de "yo que nací con los que estaban bien, pero a la noche estaba todo mal", pues mi nacimiento ocurrió durante la Presidencia del Dr. Arturo Umberto Illia. Un tiempo de morsas y tortugas que parecen personajes de alguna película de Walt Disney comparado con lo que vino luego. Pienso estas cosas viajando bajo la superficie de Buenos Aires, y entonces la veo.
Corrijo, son sus pies descalzos los que veo acercándose por el pasillo del vagón. Una niña que mendiga con la estrategia de marketing que otros chicos también aplican, y que alguien les ha enseñado. Así, a cada pasajero le ofrece un apretón de manos antes de dejar la estampita o el papelito fotocopiado que habla de penurias familiares. Contacto directo para quebrar la indiferencia en pos de alguna monedita. A veces añaden un beso al saludo, cosa que incomoda, confunde y también desarma al promedio de los pasajeros.
Después de las tortugas, después de las morsas, después de las dos guerras, la sucia y la de Malvinas, después de Alfonsín cuando prometía que "con la Democracia se come, se cura y se educa", después de la caída del muro, después del menemismo y el amague liberal de los 90, después del inútil de De la Rúa y sus pescados podridos ("sushis" preferían llamarse), después de las risas de Schwarzenegger por la fugacidad de los presidentes argentinos, después de Eduardo Duhalde como piloto de tormenta (ese volver al rol de Carlos Pellegrini que cada tanto imponen los ciclos críticos de la Argentina), y después de diez años de corrupción profunda bajo el relato y las mentiras kirchneristas, ella en sus pies descalzos demuestra que la miseria sigue en las calles, contrariando todas las promesas de cuanto demagogo ha pasado por el poder.
La veo y me pregunto su edad. No creo que tenga más de diez años, seguro que no los tiene, se hace evidente que nació en la mal llamada "década ganada". Y si algún kirchnerista fuera decente, cosa improbable a esta altura de la historia, debería sentirse culpable por la parte de responsabilidad que le toca. Era Carlos Mujica, el "cura villero", al que invocaban los montoneros como excusa para el terror bajo la ilusa pretensión de combatir la pobreza matando personas, quien decía en "Meditaciones en la villa", 1972, a modo de oración lo siguiente: "Señor: perdóname por haberme acostumbrado a ver que los chicos parezcan tener ocho años y tengan trece". La foto no es de 1972, es del 30 de Enero del 2014.
Esta chica nació con los que están mal y van peor, bajo un régimen corrupto que desvirtúa la democracia, y que en lugar de contribuir a que en el futuro haya menos pobreza, la genera con la perversa intención de perpetuarse en el poder a costa de la miseria. El kirchnerismo, un fraude en sí mismo, se presenta como algo nuevo, pero ya fue explicado por George Orwell antes que naciera Néstor Kirchner, con las novelas "Rebelión en la granja" y "1984". Un proyecto totalitario, sin duda.
Salgo del subte en Retiro, camino hacia la Estación del Ferrocarril Belgrano. En la zona de los andenes percibo el olor y veo el humo.
Presumo un accidente del otro lado, pero he sentido antes el olor a neumáticos incendiados. Voy a ver de qué se trata y me encuentro con que habitantes de la Villa de Retiro protestan por el levantamiento de un servicio de combis que recorría el interior del asentamiento.
Otra postal de la realidad. Nadie puede dudar que hubo crecimiento durante la década infame, digo, la década de Néstor y Cristina. Las villas de emergencia lo prueban, han crecido en todo el país. Pienso que el reclamo por transporte es buena oportunidad para abrir una avenida y calles que la integren al contexto urbano.
Volví al tren y seguí viaje leyendo. "La democracia defraudada" (Populismo revolucionario en América Latina), de Andrés Benavente Urbina y Julio Alberto Cirino. El libro me lo regaló Rosa Pelz, de Editorial El Grito Sagrado. Un libro más que oportuno a la vista de la realidad.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López
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