sábado, 30 de noviembre de 2013

PA' LOS BUITRES


Dios se lo pague (1948)

Tan unitario como soy, me conmueve desde la cuna el tono épico en la voz y las letras del cantor federal Roberto Rimoldi Fraga. Sus discos estaban en casa, muy cerca del Winco, entre los de Julio Sosa, Sandro, y tantos otros al gusto de mis padres.

Hoy temprano, conversando café mediante con Jorge Raventos, compañero del Grupo Consensos y hombre mucho más reflexivo que yo, el análisis del presente llevo la charla por el lado del lugar que ocupan los ideales en la práctica política. 

Surgió entonces la vigencia de una de las canciones de Roberto Rimoldi Fraga, la que da título a esta entrada, y en especial el siguiente fragmento:


Por cierto, como sostengo que la historia se asume y no se descuelga, injusto sería olvidar que Rimoldi Fraga grabó esto cuando los discos eran en vinilo. Viene de lejos, mucho antes del kirchnerismo, tanto que había entre el gauchaje añorado, y sin negar lo virtuoso, quienes antes que apearse a trabajar preferían mendigar de a caballo. Pero, aún así, es notorio que la cultura de la mendicidad se ha instalado como rasgo de la acentuada decadencia promovida durante la década kirchnerista, con la complicidad de todo el progresismo incluyendo al PRO. 

La vida bajo permiso fortalece el criterio de la dádiva, esa que envilece al que la impone y denigra al que la acata. Una economía dirigida con "pongui-pongui" necesita enmarcarse en la lógica prebendaria, y genera una sociedad mendicante. 

Cuando el Congreso de la Nación dispone pensiones graciables para aquellos que fueron detenidos por "razones políticas" en los años de plomo, incluyendo a reconocidos terroristas, o la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires concede subsidios mensuales por el término de cinco años a víctimas y familiares de la tragedia Cromañón, se está desvirtuando la responsabilidad del Estado que eventualmente debía quedar acotada a una indemnización. Es propio del progresismo pretender que el Estado pague todas las cuentas, hasta las que claramente no debería pagar, y sin importar a título de qué. Así, esperando recibir algo, en la Plaza de Mayo permanecen acampados quienes habiendo sido soldados movilizados durante la Guerra de Malvinas reclaman ser considerados veteranos de guerra continentales. Se oponen aquellos otros soldados que sí estuvieron en el frente y que, con toda razón, defienden el concepto restringido de lo que es un verdadero "Veterano de Guerra".

El gran Luis César Amadori dirigió la memorable película, estrenada en 1948, "Dios se lo pague", un clásico del cine argentino que protagonizaron Arturo de Córdova y Zully Moreno. En ese filme dramático se dice esta profética frase: 

- "El día que la gente se entere de lo que ganan los mendigos, la competencia se va a poner terrible". 

Ese día ya llegó.


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López










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