No se habla de ideas, se mencionan nombres y se los combina de las formas más inverosímiles, sin convicción, sin fe; por eso mismo sin proyección al futuro. La política de la coyuntura es la panacea de los oportunistas y los cobardes, de los desesperados por un cargo en los que se intuye el ánimo de la rapiña. La crisis de los partidos políticos se contempla en toda su extensión viendo con detenimiento lo que ocurre en estos días. La incertidumbre revela la falta de institucionalidad y sus distintas razones. De un lado la oscuridad de los partidos viejos que son cáscaras vacías, o hilachas de un pasado que supo tanto de glorias como de penas, y por otro alguna luz en partidos nuevos que apenas son un brote, entre los cuales FE, mi partido, asoma como esperanza incipiente. En el medio un montón de sellos de goma que se alquilan al mejor postor, como muestra de un sistema político corrompido y corruptor. La unión de obsecuentes bajo algún liderazgo, hordas para las urnas, siempre es más fácil que el armado institucional y sus consensos. No sé quien ganará en el 2013, acaso me importa pero no me desvela, lo esencial es llegar al 2015 habiendo construido un espacio institucional que ofrezca ser una alternativa real de poder. Hoy, frente a este estado de cosas, la institucionalidad es la evolución que puede poner las miras por encima de la mediocridad general. Un país mejor es posible, pero requiere mejores ciudadanos.
Somos gente de FE, tenemos FE en la Patria y en la Libertad.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López