La Presidente Cristina Fernández de Kirchner, empeñada en coronarse la reina del grotesco, gobierna en tal grado de irrealidad que cree que los ingleses "nos amenazan con venir a militarizar o invadir nuestras Islas Malvinas". Parece que ninguno de los cráneos huecos que componen el Gabinete Nacional sirve ni para ponerla en aviso que, desde el 14 de Junio de 1982, el enemigo inglés mantiene la usurpación por medio de la fuerza militar, con lo cual queda claro que es impropio decir que amenazan con militarizar lo que ya está militarizado. Mucho menos invadir lo que ya está invadido. Un mamarracho.
Sin embargo -y lo digo con ironía-, la reina del grotesco siempre se supera a sí misma en eso de mostrar la hilacha. En el cirko montado para tratar de tapar la inoperancia que mantuvo a la Fragata Libertad embargada en un puerto africano, el cacareo por Malvinas (usado antes que sentido), volvió a demostrar que el kirchnerismo es un fraude en sí mismo mediante el alquiler de un avión inglés para la gira presidencial.
Dice el diario del progresismo, Clarín (en nota con una prosa horrible y errores de ortografía, pero que no ha sido desmentida), que: "Chapman Freeborn, la empresa británica a la que la Presidenta (sic) Cristina Fernández le alquiló el avión para la gira que empezó ayer por Cuba y Asia, tiene contratos con Desire Petroleum, Falklands Oil & Gas y Oil Spill Response, que participan de la búsqueda de petróleo en Malvinas. Esos contratos sería (sic) normales para un broker aéreo de la embergadura (sic) de Chapman, sino fuera que la ley 26.659 prohíbe al Estado o los particulares argentinos contratar a cualquier empresa que colabore con la búsqueda de petróleo en las islas sin el permiso de la Argentina".
Podía alquilar un avión de cualquier nacionalidad y lo eligió británico, como para demostrar que en su falsedad e incoherencia constante este gobierno sin decoro, ni noción de la dignidad, hace del grotesco un show en continuado.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López