jueves, 22 de noviembre de 2012

6-D ¡CONSTITUCIÓN O INDIGNIDAD!




Al evaluar la marcha del 8-N (ver nota) sostuve que el proyecto de re-reelección presidencial quedaba herido de muerte; pero no muerto y enterrado. Di por sentado que el kirchnerismo iba a insistir. 

Las declaraciones del Ministro de Planificación Julio De Vido vienen a confirmar que, haciendo oídos sordos a los reclamos cívicos, van por todo. El contexto de protesta social en el que suben la apuesta demuestra que para el kirchnerismo la continuidad de Cristina Fernández como Presidente es la única forma de asegurarse impunidad. Creo que los une el espanto de tener que responder por sus actos y verse tras las rejas. Y desde esa espuria voluntad no tienen escrúpulos en apelar a cualquier recurso. Así, las reformas electorales y la obsesión por controlar los medios de comunicación le dan entidad a las sospechas de quienes ven en marcha la maquinaria del fraude para las elecciones del 2013 y 2015.

En paralelo, el Senador Aníbal Fernández, siempre afecto a calificar con adjetivos fuertes aunque nunca a la distancia en que los puños deben respaldar a las palabras, formuló una evidente amenaza de muerte contra Hugo Moyano al compararlo con Augusto Timoteo Vandor. El asesinato del "Lobo" Vandor en 1969, cuya autoría intelectual algunos atribuyen al terrorista montonero y agente de la inteligencia castrista Rodolfo Walsh (otros a Dardo Cabo), es constantemente reivindicado por los nostálgicos de la violencia setentista. El perejilato neomontoneril, al que la barba de algunos no le quita lo estúpido, lo plasmó en pintadas callejeras contra el entonces Vicepresidente Julio Cobos. "Cobos traidor, saludos a Vandor" pintaban con aerosoles negando que el integrante de una alianza política pudiera tener voz propia y votar de acuerdo a su conciencia. Es claro, que para el kirchnerismo es traidor todo el que piensa por sí. Y eso habla de la peligrosidad del kirchnerismo por su afición a someter voluntades como determinante de la categoría amigo / enemigo, concepción que debe ser desterrada de la política argentina.

Planteado así por De Vido y Fernández, queda claro que es cuestión de todo o nada. Diría que de vida o muerte; pero como no se trata de cualquier vida, sino de una vida digna, prefiero proclamar que la disyuntiva de la hora es "Constitución o Indignidad". Ciudadanos o esclavos. República o kirchnerismo.

Hasta ayer, 21 de Noviembre de 2012, yo me oponía a la realización de una nueva marcha de protesta el 6 de Diciembre (6-D). Decía que había que preservar esa herramienta para cuando el kirchnerismo insistiera con la "re-re", e intentaba persuadir a varios de los organizadores de enfocar el esfuerzo en la construcción de alternativas políticas a través de los partidos de la oposición.

Pues bien, las cosas cambian por la insaciable y desmedida ambición K. Muy al contrario de Diana Conti sostengo que la alternancia no es boba, hace a la esencia y a la vitalidad del sistema republicano. Cuando las instituciones públicas se confunden con el nombre de una persona necesariamente se anquilosan, se impone en ellas un criterio feudal en el que los derechos y obligaciones de los ciudadanos, incluyendo a los empleados estatales, se desdibujan en favor de la obsecuencia. De allí que la reelección indefinida es aborrecible en todos los niveles. La acumulación de poder que entraña el personalismo es contraria la República como valor, pone en peligro las libertades individuales y conduce a un callejón político del que difìcilmente se salga sin violencia.

La Presidencia de la Nación no es Cristina Fernández de Kirchner, quien sólo ejerce la función de Presidente. Y su mandato, sí o sí, debe terminar en 2015, en fecha y forma, ni un minuto antes, ni un segundo después. Juré defender la Constitución Nacional, y eso hago. Cueste lo que cueste y sin importar lo que tenga que arriesgar.

Ahora es un imperativo del deber cívico manifestarse y obrar en defensa de la Constitución Nacional. El 6-D, con paro y movilización, la ciudadanía debe volver a salir a la calle con una sola consigna: "No a la re-reelección presidencial - La Constitución se cumple, no se reforma". Y esta vez debería ser, además, otro paro nacional. No se puede gobernar sin diálogo y encima profiriendo amenazas de muerte. Es tiempo de decir basta y sepultar de una vez el proyecto hegemónico de la intolerancia.

Se impone un 6-D contundente, y es tiempo de oradores. Que pueda haber reuniones de ciudadanos independientes al sólo ruido de las cacerolas, pero que en diversos actos partidarios y sindicales para sostener la Constitución Nacional se escuchen las voces de viejos y nuevos dirigentes.

Pido al Grupo Consensos, y por su intermedio al Foro de Pensamiento Peronista, pronunciarse sobre esta cuestión. La gravedad institucional es tal que el clamor del 6-D debe ser un grito que hasta lo escuchen los sordos.

Se agradece la difusión.


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
www.plumaderecha.blogspot.com
Estado Libre Asociado de Vicente López