Dicen que de lo sublime a lo ridículo hay un paso. Alicia Castro, embajadora argentina ante el Reino Unido de Gran Bretaña, se hizo notar al interpelar fuera de protocolo al Canciller William Hague respecto del futuro de las Islas Malvinas.
Alicia Castro |
Ahora, estaría mejor si en la formulación de sus preguntas la embajadora Castro evitara el ridículo pues, cuando se reclama algo que otro país posee por la fuerza, la expresión "Are you ready to give peace a chance" (¿Está usted listo para darle una chance a la paz?) implica, necesariamente, la alternativa de una resolución no pacífica, y nuestro país -muy lamentablemente- no tiene fuerzas armadas en condiciones de respaldar los desplantes del amateurismo diplomático. Ese mismo amateurismo que le impidió explicar, correcta y concisamente, que el derecho a la autodeterminación de los pueblos no es aplicable a los kelpers por ser población implantada merced a la usurpación inglesa.
Me quedan muchas dudas respecto a que esta azafata bolivariana sea la persona indicada para ocupar una embajada tan sensible a nuestros intereses. Un diplomático debe conocer el valor de las palabras antes de decirlas.
Quizá el canciller Hague se haya sentido incómodo, pero el gobierno inglés conoce perfectamente bien que Argentina es un país que de tan indefenso no sólo es inofensivo, sino que en ocasiones termina siendo risible.
Me quedan muchas dudas respecto a que esta azafata bolivariana sea la persona indicada para ocupar una embajada tan sensible a nuestros intereses. Un diplomático debe conocer el valor de las palabras antes de decirlas.
Quizá el canciller Hague se haya sentido incómodo, pero el gobierno inglés conoce perfectamente bien que Argentina es un país que de tan indefenso no sólo es inofensivo, sino que en ocasiones termina siendo risible.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López