domingo, 3 de junio de 2012

CARTA ABIERTA AL DR. EDUARDO ALBERTO DUHALDE



Vicente López; 03 de Junio de 2012.-


Dr. Eduardo Alberto Duhalde:


Voté por Ud. en las últimas elecciones presidenciales. Fuimos 1.256.609 ciudadanos los que respaldamos su candidatura, 5,86% de los votantes. Y lo votamos pese a las desprolijidades de una campaña proselitista caracterizada por la sucesión de errores, que arrancaron con el fracaso de la interna del Peronismo Federal y no se detuvieron hasta el inicio de la veda. 

Poco importa ahora, pues nada aporta, detenerse en la razones de todos esos desaciertos. No es el pasado lo que me preocupa clarificar, sino el futuro. Lo cierto es que quienes votamos por Duhalde, cuando ya era obvia la defección de Das Neves como "compañero" de fórmula, sabíamos que en esa ocasión no íbamos a derrotar al kirchnerismo; en consecuencia no hubo entre nosotros votantes coyunturales de los que van a chance de ganador. Ello significa que conformamos un piso, un mínimo sobre el cual construir. En otras palabras, el núcleo duro de la resistencia republicana a los embates de la barbarie kirchnerista somos un irreductible 5,86% de la ciudadanía. 

Ninguno de esos votos era un cheque en blanco para Ud., no lo votamos por obsecuencia, muy por el contrario íbamos a exigirle mucho en pos de la República si se hubiera dado el caso de la improbable victoria; y también por eso creo que tenemos derecho de exigirle un rol más activo en esta hora de la República Argentina, como referente de una voluntad de cambio que no se esfumó con la derrota. Yo sigo queriendo otra cosa, y Ud. también.

La diferencia es que yo no represento a nadie, pero Ud. sí; entre otros a mí. Si no lidera activamente el espacio sostenido por un millón y cuarto de votos nos condena a la dispersión, a observar sin voz -ni voto- como el kirchnerismo termina de destruir al país.

Yo lo voté, y el voto es un compromiso mutuo hasta el 2015 que se debe honrar. Sé, porque me lo dijo durante una de las reuniones del Grupo Consensos, que en función de los pocos votos obtenidos considera "casi ridícula" (textual suyo, que me dolió) mi propuesta de constituir un gabinete en las sombras. Pues bien, le reclamo abierta y fervientemente que reconsidere su posición, ya que su temor al ridículo nos deja en la inacción y la desesperanza. Verdaderamente ridículo es que, en la percepción de la sociedad, sea el nuestro un país sin oposición. Lo voté para Presidente de la Nación y le reclamo que sea, desde la oposición, el Presidente en las Sombras que garantice alumbrar en 2015 una expectativa seria de relevo.

Cuando en el bochornoso incidente por todos conocido Guillermo Moreno (el patotero que encarna el alma kirchnerista) se pavoneó desafiante con unos guantes de boxeo, no sólo estaba apurando al directorio de Papel Prensa: le estaba diciendo a la sociedad toda que el oficialismo es el dueño del ring y que no hay nadie dispuesto a calzarse los guantes para pelear contra ellos.

Siendo un fraude en sí mismo el kirchnerismo hace rato que está para el cachetazo; pero el par de guantes sigue sobre la mesa mientras ellos hacen sombra. Es hora de calzarse esos guantes, es hora de formar un gabinete en las sombras para confrontar con las decisiones y declaraciones de los ministros y secretarios del gobierno. Que sepa la sociedad que, aunque acaso pequeño, un decidido sector de la oposición política tiene la voluntad de generar una alternativa real de poder. Hacer saber que hay equipo, que lo que llaman "sintonía fina del modelo" es pura marcha de pasos en falso y que es posible un rumbo distinto.

Tenemos la clase de gobierno que es una fiesta de oportunidades para cualquier fuerza política de oposición que le haga frente. Ya, las abrumadoras cifras de la última elección presidencial no reflejan el ánimo actual de la sociedad. Y van por más, no tienen límite en su ambición, y por eso, ni noción del ridículo. Lo único más ridículo que el kirchnerismo es la falta de coraje y de ingenio para exponer ideas que muestra el arco opositor.

Las elecciones del 2013 y el 2015 se empiezan a ganar ahora, no el año que viene, mucho menos el otro. La organización vence al tiempo, dijo alguien más cercano a Ud. que a mí. No digo que Ud. deba ser candidato, honestamente tampoco lo deseo, pero sí tiene que conducir en esta encrucijada de la historia para que no tengamos que padecer otro gobierno kirchnerista. Arme el equipo, lo demás viene solo.

Yo lo vote, no se borre.


Cordialmente, y con el afecto de siempre:


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
www.plumaderecha.blogspot.com
Estado Libre Asociado de Vicente López.