Desde la dulzura con que embriaga de nostalgias “Recalada”, segundo disco de Néstor Basurto, es lisa y llanamente imprescindible. Varias razones hacen que así sea. La principal es que por encima del artista convocante hay una presencia todavía mayor y omnipresente: El Tango. Incluso cuando a modo de pausa otoñal tira para el lado del folclore.
Ya en el título, que viene a terminar de institucionalizar una buena costumbre de los tangueros, deja en claro Basurto que su apuesta es de bohemia y cofradía. Los talentosos nombres que lo acompañan son resultado de largos años transitando el género y desmenuzando sus códigos. Hay noche larga en “Recalada”, intimidad de música al pie del escenario en el después de la función, justo cuando el deber está cumplido y lo que queda es puro placer.
La emoción que comparte este disco es la misma de aquella sonrisa saliendo del Café Homero con el sol por testigo, donde alrededor de Rubén Juárez se fortaleció un estilo de brindarse generosamente que ramifica y da frutos. Es ese el árbol que inspiró a Viviana Scarlassa y Pablo Motta para sus “Jam de Tango”, el mismo concepto que practica Hernán Cucuza Castiello en las recaladas de El Faro; bar que se lleva de perlas con el origen marinero del término “recalada”. Y son sólo dos ejemplos, porque la recalada como puerto seguro es una mano extendida, un lugar ofrecido a la diestra, una invitación a entrar, “vení, juntate”, esa copa o café en común, el acto de pertenencia; escuela que da títulos sólo reconocidos por la Universidad de la Yeca en la simple ceremonia de compartir el gusto de estar haciendo Tango. Necesariamente el punto donde las estrellas vuelven al barrio y dejan colgado en el perchero cualquier tic de divo. Mucho más que sobre el escenario, es en la recalada donde lo difícil no solamente se logra, sino que hasta parece fácil.
Néstor Basurto, conocedor de esas tendidas, toma así la decisión de poner su guitarra en segundo plano y liberar su voz, afinada, dueña de precisión técnica y al mismo tiempo tan sentida como expresiva. Obviamente, tiene algo que decir… vaya si lo dice, siempre muy bien acompañado, en ese repertorio selecto de 18 temas y desde que las recaladas son patrimonio del hoy, es un disco que habla, fundamentalmente, del presente y que no dudo ha de convertirse en una referencia generacional para los guerreros del Tango.
1.- Fiel al concepto arranca con “Barrio Pobre” (García Jiménez – Belvedere), donde acompañado por la guitarra de César Angeleri y el bandoneón de Pablo Mainetti, se deja el arreglo a la improvisación. El resultado es miel para el gusto de los tangueros de paladar negro, y que sin embargo no es el punto más alto de este CD.
2.- “Fuimos” (Dames – Manzi), con los arreglos, dirección y piano de Carlos De La Peña, Basurto acierta al tono confidente de ese amor desolado.
3.- “Dos angustias” (Szwarcman – Basurto), con contrabajo de Lautaro Guida, piano de Cristian Asato, violín de Humberto Ridolfi, bandonéon, arreglo y dirección de Matías Rubino. La dupla creativa de Alejandro Szwarcman – Néstor Basurto constituye la mejor prueba de lo factible que es encontrar material nuevo y bueno en el Tango.
4.- “Lluvia fue” (Calvo – Kehoe), grabado en el 2001 con arreglo y dirección de Roberto Calvo, tiene para mi percepción personal un cierto gusto rosarino que me agrada y que también percibo en algunos otros temas.
5.- “Conjuro del alba” (Szwarcman – Basurto), con el Sexteto “La Grela”, contrabajo Ricardo Cánepa, bandoneones Rubén Slonimsky, Darío Polonara, violines Federico Lennon, Carlos Morbidoni, arreglos, dirección y piano Pablo Fraguela.
6.- “Madrigal de ausencias” (Szwarcman – Basurto), con contrabajo de Pablo Giménez, batería de José Luis “Colo” Belmonte, coros de Astor Basurto, arreglos, bandoneón sampleado, piano y dirección orquestal de Tato Finocchi. Sencillamente muy bueno.
7.- “Ciudad de luz” (Basurto) Con el contrabajo de Daniel Falasca, piano de Franco Polimeni, bandoneón de Matías Rubino, guitarra, arreglos y dirección orquestal de Néstor Basurto. El cantor le da un respiro a la gola y el guitarrista le hace el aguante con este tema instrumental pero sin caer en la tentación de poner a su instrumento por delante del resto.
8.- “Soledad” (Le Pera – Gardel) Con piano de Oscar Allem improvisando arreglos. Otro punto alto del disco. Este tema está tan bien logrado que se palpa la confidencia, como si en la recalada fueran las cuatro de la mañana y ya no quedaran ansiedades de escenario flotando por ahí. Es de antología y seguro candidato al repeat.
9.- “Nunca volverás” (Szwarcman – Basurto), con el contrabajo de Marcos Ruffo, guitarras de Sergio Zabala, Gustavo Margulies, Sebastián Enriquez, Miguel Rivaneira y Mariano Lucesoli también en arreglo y dirección orquestal. Casi un seleccionado de cuerdas.
10.- “Milonga para Pablo” (Szwarcman – Basurto), con contrabajo de Marcos Ruffo, piano de Claudio Méndez, bandoneón de Matías Rubino, guitarra, arreglo y dirección de Daniel Gómez, este tema comienza con el recitado del poeta Alejandro Szwarcman. El rectiado forma parte de la recalada, está tres veces y en tres voces presente en el disco.
11.- “Jazmín otoñal” (Szwarcman - Zabala - Basurto), con bajo y voz de Daniel Maza, piano de Pablo Fraguela, cajón peruano de Luciano Scalera y Nicolás Arroyo, guitarra, arreglo y dirección de Sebastián Luna.
12.- “La casita de mis viejos” (Cadícamo – Cobián), con contrabajo de Daniel Falasca, bandoneón de Matías Rubino, guitarra, arreglo y dirección de Luis Baetti. Honestamente mi única vacilación al escuchar “Recalada”, pero sólo por una cuestión de gusto personal y de tener la oreja fiel a la versión de Julio Sosa. Habrá otras opiniones, seguramente, pero déjenme reivindicar mi derecho a cierto fundamentalismo reaccionario de talibán tanguero (¡qué joder!).
13.- “Un jamás, un olvido, un después” (Szwarcman - Zabala - Basurto), con contrabajo de Marcos Ruffo, bandoneón de Matías Rubino, piano, arreglo y dirección de Franco Polimeni. Música adecuada para una de las mejores letras de Szwarcman, tiene magia de clásico.
14.- “Fondo de Abril” (Pini – Basurto), con guitarra, coros, arreglo y dirección de Roberto Calvo.
15.- “María Sur” (Szwarcman – Basurto) con contrabajo de Daniel Falasca, bandoneón de Matías Rubino, piano de Franco Polimeni, quien comparte con Néstor Basurto arreglos y dirección. Otro candidato al repeat.
16.- “Si duele mi presencia” (Lima Quintana – De La Peña), grabado en 2001, recita el poema “Pájaro de fuego” Hamlet Lima Quintana, piano de Emilio De La Peña, y ambos comparten dirección y arreglos. Maravillosa esta recalada convocada por Néstor Basurto cuando le hace saber a La Muerte que no todo puede matarse, que algunas voces, algunos versos, ciertos talentos, son inmunes al filo de su hoja.
17.- “Recalada” (Szwarcman – Basurto) con Lucila Juárez como cantante invitada, contrabajo de Roberto Amerise, bandoneón base de Matías Rubino, guitarra de Raúl Luzzi, primer bandoneón y recitado de Rubén Juárez, piano, arreglo y dirección orquestal de Fernando Bruguera. Este tema, que da título al disco, merece un párrafo aparte.
Estremece el alma escuchar la voz del Negro Juárez; con aliento a despedida, avisando que ya iba de salida. No era la Buenos Aires soñadora la que se iba, era Rubén el que se estaba yendo para quedarse amurado a ella, por siempre. Será acaso porque todavía no puedo poner distancia al dolor cuando lo escucho, esta grabación es una sensación extrema. Con el tiempo será distinto, podremos despojarnos del dolor y disfrutarlo como el regalo que Rubén Juárez quiso dejar reafirmando sus convicciones.
Técnicamente es impecable y, lo que incluso empañado de lágrimas, me provoca gran alegría, es que se trata de una de las mejores perfomances de Lucila Juárez, que aquí aparece cantando con soltura y equilibrio, cuidada.
18.- “Por eso vengo a cantar” (Cantó – Vila), contrabajo de Carolina Cajal, guitarras de Sebastián Luna, Mariano Lucesoli, Sergio Zabal y Néstor Basurto también en arreglos y dirección orquestal, esta canción cierra el disco mostrando un Basurto que dejando atrás la nostalgia despega optimista hacia el futuro. Lo que se escucha en “Por eso vengo a cantar”, el mejor tema del disco a mi gusto y el punto más alto del intérprete, es una voz de convicción sincera. Tango de pura cepa con el que Néstor Basurto se anuncia el cantor que ha sido, el que es y el que será de aquí en más.
“Recalada” (Epsa Music) no es otro disco, es una experiencia trascendente para entender de una vez y para siempre de qué va la cosa en el Tango.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López