Alguna vez, Venezuela tuvo una democracia que fue despilfarrada por la clase dirigente, y así el desencanto con la política calo hondo en la idiosincrasia del venezolano promedio, tanto que con más indiferencia que reacción un pueblo entero se convirtió en espectador de su propia decadencia.
Por causa de esa indiferencia suicida, la institucionalidad democrática terminó siendo relativizada o directamente repudiada; desapareció la república como valor y ese pueblo desmoralizado en lugar de esforzarse por reconstruir desde los cimientos su tradición democrática, acaso porque quedó completamente huérfano de liderazgos morales e intelectualmente competentes, decidió rifarse a la suerte poniéndose en manos del mentiroso que mentía lindo.
Hugo Chávez gobierna Venezuela desde 1999, y no tiene planes de retiro. En este tiempo ha hecho del país su feudo, embruteciendo a las masas y borrando hasta el recuerdo de aquella que fue la tradición democrática venezolana.
Pero al demagogo venezolano, que agita a su gusto la sábana con la que pretende acompañarse del fantasma de Bolívar, no le basta con solamente multiplicar las desgracias de sus connacionales, pretende ser un líder regional y extender su influencia a todo el continente. Chávez, no usa los dólares que ingresan al país por la venta de petróleo para mejorar la calidad de vida de los venezolanos, los malgasta solventando a la dictadura cubana y adquiriendo a cambio, para sus delirios cuasi imperiales, la franquicia de la "Revolución". El frasco que presenta con el nuevo rótulo de "Socialismo del Siglo XXI", no es otro frasco ni tiene otro contenido que el podrido comunismo del Siglo XX con sus recetas de personalismo stalinista, miseria y cercenamiento de libertades.
En este blog se han dedicado varias entradas a los "logros" del chavismo y de sus constantes ataques contra los valores republicanos buscando destruir la idea misma de la libertad. Por eso, me resultaba un compromiso de honor asistir a la presentación del libro de Nicolás Márquez "CHÁVEZ de Bolívar al narcoterrorismo", evento que a sala llena tuvo lugar el 01 de Diciembre de 2010 en el Palacio Balcarce.
Presentaron el libro Eduardo Marty, Vicente Massot y Ricardo López Murphy. Los tres enfatizaron la necesidad de defender la libertad resaltando la actualidad del libro en relación al presente y corto plazo de la vida política de la región, pero no se quedaron sólo en los consabidos elogios que el autor merece, rindieron culto a la honestidad intelectual señalando aspectos del libro en los que hubieran esperado un mayor énfasis o profundidad. Eso, subrayo, es algo que no suele darse en la izquierda; tan afecta al autobombo y la repetición de discursos hechos.
Cuando leí el libro, que lleva en la tapa cinco personajes de los más desagradables que ha vomitado el autoritarismo, tuve muy presente las palabras de sus presentadores, tanto como el prólogo a cargo del Embajador Emilio Cárdenas. Mi conclusión es que se trata de un libro necesario, como bien lo definió Massot: un ensayo de batalla que acertada e intencionalmente ronda lo panfletario. Porque lo que ha escrito Márquez no es un pesado tratado sobre el chavismo, la brevedad de sus apenas 140 páginas tiene relación con la urgente actualidad y el llamado a la acción. El objetivo entonces, no es profundizar cada uno de los desvaríos chavistas, sino poner en rápida evidencia las mentiras del demagogo y dejar claro que amenaza también nuestras libertades e instituciones republicanas. Nicolás demuestra la catarata de mentiras del chavismo, y no conforme con eso pone los títeres del autoritarismo socialista en fila y los descabeza uno por uno, incluso hasta con algún exceso.
Esa característica de esta obra suya, hace que cada lector -pensando lo que lee- sienta que alguna cosa debió escribirse de otra manera, con distinta profundidad o con otros adjetivos, y ese no es un demérito del libro, es, por el contrario, su gran mérito; que reafirma la imperiosa necesidad de leerlo y hacerlo circular. No es aventurado dar por sentado que de este libro surgirán muchas opiniones y debates que no pueden ser más que provechosos para la causa de la Libertad.
Y ya que hablamos de lecturas que movilizan, hay un punto en el cual, desde La Pluma de la Derecha, debo protestar ante Márquez. En la página 117, cuando dice "... Jorge Taiana, oscuro personaje que en el pasado integraba la organización homicida Montoneros, y por cuya actuación estuvo ocho años preso al imputársele un atentado consistente en la colocación de una bomba en un bar de Buenos Aires (en el cual murieron tres inocentes)", funda esa afirmación en un artículo de La Nueva Provincia, ignorando así que ese tema fue objeto de mi interés y generó la nota de este mismo blog titulada "No necesitamos mentiras: Taiana y la bomba en el bar Ibérico", cuyas conclusiones ratifico ahora.
Más allá de tal detalle, "CHÁVEZ de Bolívar al narcotráfico" mediante la prosa combativa de Nicolás, es una lectura amena que por entretenida, como anunció Marty, se hace más breve de lo que es.
Finalmente, hay algo en el libro que supo observar Ricardo López Murphy (al que dicho sea de paso, lo encontré con ímpetus renovados y dispuesto a dar pelea; bien Bulldog, como debe ser) y que deja al lector al tiempo que muy preocupado por el futuro de la región, convencido que hay que dar la batalla cultural contra los embustes polifacéticos del socialismo.
Hace rato que la izquierda se ha adueñado de las palabras, es tiempo de rescatarlas.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López
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