La izquierda viene dando muestras de estar dispuesta a seguir haciendo lo que mejor sabe hacer: tumulto. A los bochornosos episodios en el rectorado de la Universidad de Buenos Aires protagonizados por parte de la FUBA, el Partido Obrero y el Movimiento Universitario Sur, se suma ahora la interrupción a gritos de la presentación de la Dra. Hilda Molina en la Feria del Libro.
La razón por la cual la siniestra opera en forma permanente con métodos violentos es muy simple de explicar: son “eso”; carecen de argumentos y su propuesta no es más que el avasallamiento de todas las libertades. Hoy interrumpen una libre disertación, si tuvieran el poder hasta prohibirían pensar. Tarde o temprano toda la prédica izquierdista, obnubilada por los caprichos criminales de Guevara, termina amalgamada en la barbarie de Quebracho, ese movimiento de mano de obra en alquiler que en rigor de justicia mejor debería llamarse Mamarracho.
La razón por la cual la siniestra opera en forma permanente con métodos violentos es muy simple de explicar: son “eso”; carecen de argumentos y su propuesta no es más que el avasallamiento de todas las libertades. Hoy interrumpen una libre disertación, si tuvieran el poder hasta prohibirían pensar. Tarde o temprano toda la prédica izquierdista, obnubilada por los caprichos criminales de Guevara, termina amalgamada en la barbarie de Quebracho, ese movimiento de mano de obra en alquiler que en rigor de justicia mejor debería llamarse Mamarracho.
La práctica política de minorías hiperactivas ya no causa sorpresa en la sociedad argentina. Allí donde ondean los trapos rojos la acción directa no procura llegar a la solución de ningún conflicto sino llevarlo al extremo con la intención de demostrar que el causante de todos los males es el sistema capitalista. Por lo tanto era previsible la patética actuación de los esbirros del régimen castrista llevando el tumulto organizado a un ámbito de civilización, encuentro de cultura y debate, como debe ser la Feria del Libro. Y ello así porque se preanunciaba la virulencia de las acciones en la bajada de línea de sus ideólogos vernáculos; como el troglodita Atilio Borón, oportunamente atendido aquí.
La persecución de la tiranía contra la Dra. Hilda Molina nos pone, una vez más, frente a la evidencia de tener entre nosotros grupos que usufructuando los beneficios de la libertad conspiran contra la Democracia a favor del autoritarismo. No podemos acostumbrarnos a verlos hacer y dejarlos hacer con indiferencia.
La Pluma de la Derecha vuelve a manifestar su solidaridad para con los disidentes cubanos y en especial con la Dra. Hilda Molina, abogando por el fin de la dictadura y repudiando a quienes gozando los derechos y garantías de nuestra Constitución Nacional le niegan esos mismos beneficios al pueblo de Cuba.
Mal que les pese, la Democracia sabrá llegar a Cuba para liberarla del oprobio comunista.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López