miércoles, 11 de junio de 2008

LAS AMENAZAS DEL LICENCIADO ZAPPINO

La principales virtudes de internet son comunicar y permitir la libre expresión. Por supuesto, siempre ocurre, hay quienes ven con malos ojos cualquier herramienta que permita al común de los ciudadanos manifestarse libremente. No en vano tanto China como Cuba restringen a sus pueblos el acceso a la red.

Por estas latitudes ha dicho José Pablo Feinmann que "cualquier pelotudo tiene un blog", lo cual revela un pensamiento ciertamente chato pero sin embargo realista. Y es verdad, yo soy la mejor demostración de ello. El punto es que éste pelotudo, como cualquier otro, tiene el derecho de serlo y de escribirlo en su blog (ya que no todos logramos acceder más allá del mostrador de las editoriales o tenemos la suerte de ganar un concurso literario como Ricardito Piglia).

El afán de comunicar lo que escribimos nos impulsa a difundir en la búsqueda de ese otro que interesándose en conocer nuestras ideas quiera acompañarnos con la crítica para brindarnos su aprobación o rechazo. Somos, los pelotudos de la blogósfera, una suerte de vengadores de los que no son llamados a opinar, porque opinamos sin que nadie nos lo pida y además pedimos a los demás que también opinen.

Así vamos llenando entradas y cada tanto lanzamos masivos mail en la búsqueda de nuestros potenciales lectores. El envío de mail a desconocidos es un recurso lícito para tantear la posibilidad de eventuales afinidades y recabar impresiones acerca de nuestros escritos.

El recurso del mail me ha dado a mí grandes satisfacciones en el número y calidad de las respuestas obtenidas. En especial la anterior entrada de mi blog titulada "UNA LETRA SOBRE EL CHE GUEVARA, DEDICADA A BERNARDO NEUSTADT", que tal como me ha hecho notar Sabrina Dembrillo acaso haya sido el último homenaje que se le tributara en vida al reconocido periodista.

Analizando los mails que me enviaron los lectores del blog (mayoritariamente afines a mis ideas) y los que recibí en respuesta de los enviados por mí (donde sus ideas suelen ser incógnitas a revelar), llego a la sorprendente conclusión que la personalidad del Che Guevara resultó mucho menos polémica que la de Neustadt. Fueron más los mail recibidos haciendo eje en la figura de Neustadt que en la del Che. La segunda conclusión es que las diferencias son un buen punto de partida para entablar enriquecedores diálogos, por supuesto agradezco y doy la bienvenida a las felicitaciones, pero en los puntos de disenso es donde se funda el intercambio más productivo.

No sólo por política, sino también por Tango y literatura, he dado muchas veces el paso de ir a tomar un café con gente conocida por correo electrónico, al sólo efecto de intercambiar ideas, siempre con gratos resultados. Claro que no todo el mundo vive en el respeto por los demás, hay desde luego quienes confunden convicción con agravio y firmeza con violencia.

Ese parece ser el caso de Jorge Salvador Zappino, quien pese a haber egresado en 1992 de la Universidad de Buenos Aires con el título de Licenciado en Ciencias Políticas y ostentar una Maestría en Historia Económica y de las Políticas Económicas, parece no tener en claro las diferencias abismales entre un liberal y un fascista.

Desde luego hay un uso vulgar de la palabra fascista que en boca de un izquierdista significa "cualquier cosa a mi derecha", vale decir algo así como el 90% del mundo. Si sólo fuera por los agravios (recibo muchos) no me molestaría en escribir sobre Zappino. Lo que no puedo dejar pasar por alto son las amenazas. Aquí la cronología de los hechos:

El 07 de Junio en respuesta al envío de un mail con la entrada en cuestión, recibí desde la casilla jorge.zappino@fibertel.com.ar este mail con la fina prosa del Licenciado Zappino:

"POR QUE NO TE VAS A LA CONCHA DE TU REPUTA MADRE... FASCISTA REPUGNANTE...Y TE ACLARO ALGO, MEJOR BORRA MI DIRECCION DE CORREO DE TU AGENDA, PORQUE VOY A IR A BUSCARTE (SE DONDE VIVIS) Y TE VAS A ARREPENTIR DE HABER NACIDO, MAL PARIDO HIJO DE PUTA. JORGE ZAPPINO".

Me tomé un tiempo para meditar el asunto y el 10 de Junio le envié el siguiente mail con el título "Me debés una disculpa":

"Estimado Jorge Salvador: Me debés una disculpa. Los agravios y las amenazas no son de buena gente. Me alegra alborotar las pasiones cuando escribo, estoy acostumbrado a recibir enfervorizadas felicitaciones tanto como viscerales desaprobaciones. Ambas cosas me estimulan. Hay tipos que tienen una admirable capacidad para derrochar clase en la crítica, por caso el que desde las antípodas de mi pensamiento escribió: "Si vos sos la pluma de la derecha nos quedamos tranquilos, je-je". ¿Aprecías la ironía? Una demostración de talento para ser tan hiriente como elegante. Un caballero, alguien con quien puedo jactarme de rivalizar. Pero lo tuyo, no sólo no tiene clase sino que intenta meter miedo. Mal. Muy mal. Aquí debajo podés leer el mensaje que me enviaste. Te invito a recapacitar. Es muy pobre hasta para insulto, un Licenciado en Ciencias Políticas egresado de la UBA necesariamente debe tener mejores recursos que la bravata del patotero. Cordialmente, Ariel Corbat La Pluma de la Derecha".

Añadí debajo sus palabras, por las dudas que hubieran sido escritas durante algún arrebato y no las recordara. Pero como no contestó volví a enviarle el mail el 11 de Junio esta vez titulándolo "Reitero: me debés una disculpa". El Licenciado Zappino respondió inmediatamente, con estos términos:

"No te confundas: puedo discutir con un adversario político, y en caso de equivocarme, pedirle disculpas. Pero los fascistas como vos no son adversarios, son enemigos...y al enemigo, solo balas... ya llegará el momento. La historia sigue corriendo."

Como pueden observar, la persistencia de la amenaza descarta la tanada del arrebato en que cualquiera puede incurrir durante un mal momento. El hecho es que alguien que sabe donde vivo, me considera su enemigo y amenaza con venir a buscarme para dispararme más de un balazo.

Lo que más me apena es que el Licenciado Jorge Salvador Zappino, vecino del Estado Libre Asociado de Vicente López, ha dejado rastros en la web con los que se vislumbraba otra clase de persona, así supo escribir algunas cartas de lectores que despertaron mi simpatía, incluso fue firmante de una "Carta abierta al Señor Blumberg" en la que -¡vaya paradoja!- se advierte sobre los "procedimientos mafiosos".

Estoy ahora considerando la posiblidad de realizar denuncia penal, por amenazas fundadas en el odio ideológico, y tal vez una presentación ante el Inadi. Sin embargo todavía cabe la posiblidad de una retractación que permita dar por superado este penoso incidente.

Voy a cerrar con una frase de Bernardo Neustadt: "El odio es la violencia interior que no atiende sino a su propia voz". Y tampoco estaría de más aquella otra tan conocida de "No me dejen solo".


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
http://www.plumaderecha.blogspot.com
Estado Libre Asociado de Vicente López

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